12 de enero de 2004.
Monterrey (México), (EFE).- El presidente de EEUU, George W. Bush, defenderá hoy ante la cumbre extraordinaria de las Américas impulsar el área de libre comercio en el continente y reforzar las políticas de seguridad y de lucha contra la corrupción.
Bush llegará procedente de su rancho de Crawford (Texas), donde durante el fin de semana preparó con sus principales asesores en política exterior la línea argumental que presentará ante los otros 33 jefes de Estado y de Gobierno que asisten a esta cita.
La cuestión comercial es la más espinosa, dada la oposición de varios países, encabezados por Brasil y Venezuela, a debatir en este foro el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que la administración estadounidense quiere que sea una realidad en 2005.
Esta cumbre extraordinaria fue convocada para abordar de manera prioritaria cuestiones sociales, pero Washington considera que la prosperidad del continente pasa precisamente por impulsar medidas que liberalicen el comercio desde Alaska a Tierra de Fuego.
El Presidente estadounidense presionará, por tanto, para que la declaración final que salga de esta reunión de líderes americanos haga referencia concreta a esta iniciativa comercial.
La consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, dijo en vísperas de la cumbre que el ALCA no es el eje central de la agenda de EEUU, pero añadió: "hay que dejar claro que hay trabajo por hacer en lo referente al Area de Libre Comercio de las Américas".
Rice explicó que Bush planteará la necesidad de "fortalecer la democracia y promover una mayor prosperidad" y expresará su "compromiso y apoyo al crecimiento económico, especialmente en lo que se refiere al sector privado y las pequeñas empresas".
Se trata, añadió la consejera, de encontrar vías para "reducir el nivel de pobreza en el hemisferio, mejorar las vidas de los ciudadanos a través de la educación y afrontar asuntos críticos en materia de salud, como la pandemia de sida".
EEUU también considera vital luchar de manera efectiva contra la corrupción, más allá de las habituales declaraciones de buenas intenciones, y ha llegado a plantear la expulsión de la Organización de Estados Americanos (OEA) de las naciones con Gobiernos corruptos.
Otro de los objetivos de Bush será convencer a los líderes latinoamericanos de que mantiene un interés real en la relación con el continente y abiertos los canales de comunicación pese al giro político hacia la izquierda experimentado por la región.
Washington quiere también restar importancia a las fuertes discrepancias que se produjeron antes y durante la invasión de Irak para derrocar a Sadam Husein con países como México y Chile, y asegura que "son problemas del pasado que ya están superados".
"Creo que existe la percepción o línea argumental ahí fuera de que, de alguna manera después del 11 de septiembre, Estados Unidos perdió interés en lo que no tuviera que ver con el terrorismo. Sencillamente no es verdad", dijo la consejera Rice.
Washington ha reiterado que no ha estado de brazos cruzados en los últimos años y recuerda que en este periodo se han aprobado la Autoridad de Promoción Comercial (TPA, en inglés) y los acuerdos comerciales con Chile y América Central.
Bush, acompañado por su esposa Laura, tiene previsto llegar a Monterrey a bordo del Air Force One pasadas las 10.00 hora local (16.00 GMT) para entrevistarse antes del inicio de la cumbre con el anfitrión de la reunión, el presidente Vicente Fox.
Ambos mandatarios han expresado en las últimas fechas su intención de reforzar la relación entre sus países y superar las diferencias suscitadas por Irak y el problema de la inmigración.
Bush llega a la cumbre días después de anunciar un plan para legalizar la situación de al menos ocho millones de extranjeros indocumentados que trabajan en Estados Unidos, de los cuales en torno a un 40 por ciento son de nacionalidad mexicana.
El plan, considerado insuficiente por legisladores demócratas estadounidenses y por los grupos de defensa de los trabajadores inmigrantes, fue bien recibido por Fox, quien lo consideró como un primer paso hacia la solución del problema.
Además de con el anfitrión de la cumbre, Bush mantendrá hoy reuniones bilaterales con el presidente chileno, Ricardo Lagos, con quien se entrevistará antes de la inauguración, y con el presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, tras la sesión plenaria.