20 de enero de 2004.
Hace un año George W. Bush acusó a Saddam Hussein de poseer armas químicas
Washington, (EFE).- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, justificará hoy la invasión de Irak en el discurso sobre el Estado de la Unión, pero a diferencia de hace un año el argumento no serán las armas de destrucción masiva, sino la lucha antiterrorista.
Bush defenderá la intervención militar en Irak como el elemento fundamental de la política de seguridad nacional de su Gobierno, después de haber caracterizado a ese país árabe como "el frente de batalla" en el combate contra el terrorismo.
Según manifestaron ayer, lunes, fuentes de la Casa Blanca, el presidente abrirá el discurso -previsto para las 21.00 hora local (02.00 GMT del miércoles)- con este asunto, y pedirá a los ciudadanos que le sigan prestando su apoyo en el camino emprendido.
En un año electoral, este discurso se convierte en altavoz de las propuestas del presidente en su carrera para ser reelegido y cobra especial importancia en un momento en el que su popularidad vuelve a resentirse una vez superado el efecto de la captura de Saddam Hussein.
Según un reciente sondeo del diario "The New York Times" y de la cadena de televisión CBS, el índice de aprobación de la gestión del presidente se sitúa ahora en el 50 por ciento de los ciudadanos, nueve puntos menos que el porcentaje registrado en diciembre.
No obstante, Bush saca buena nota en lo que se refiere a la lucha contra el terrorismo -con un 68 por ciento de aprobación- y a la percepción que los ciudadanos tienen acerca de la mejora en la situación de seguridad que se ha producido gracias a sus políticas.
Por esta razón, el presidente subrayará que EU y el mundo están más seguros sin Saddam en el poder, y obviará las referencias a los supuestos arsenales de armas no convencionales que tenía Bagdad, y que no han sido encontrados tras 10 meses de ocupación.
El 29 de enero de 2003, a menos de dos meses de la operación militar para derrocar a Saddam Hussein, Bush aprovechó el discurso más importante en el año político en EU para afirmar que Bagdad tenía armas químicas y biológicas, y que era un peligro inminente.
Ese día, Bush dijo ante una sesión conjunta del Congreso que "Saddam Hussein buscó recientemente cantidades significativas de uranio en Africa" y que Bagdad "ha intentado hacerse con tubos de aluminio altamente reforzados para producir armas nucleares".
Tan sólo una semana después, el secretario de Estado de EU, Colin Powell, afirmó ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que "no puede haber duda de que Saddam Hussein tiene armas biológicas y la capacidad de producir muchas más".
Pasado un año, la Casa Blanca ha reconocido que esas afirmaciones se basaron en informaciones inexactas, lo que no se ha traducido en la asunción de responsabilidades políticas o en una rectificación.
El vicepresidente, Dick Cheney, insistió en una entrevista publicada el lunes por el diario "USA Today" que aún está por ver si Irak tenía o no armas químicas, biológicas y nucleares.
Cheney consideró que aún es pronto para decir que Irak carecía de armas de destrucción masiva al comenzar la guerra y que los servicios secretos estadounidenses se equivocaron.
"En estos momentos todavía estoy muy lejos de llegar a la conclusión de que hubo algún error básico en los datos con los que contábamos", indicó el vicepresidente, uno de los principales defensores de invadir Irak para derrocar al régimen de Bagdad.
La segunda parte del discurso presidencial, que tendrá una duración aproximada de una hora, estará dedicada a los asuntos nacionales, con especial énfasis en la economía y en los datos que, según la Casa Blanca, apuntan a una clara recuperación.
Con el desempleo y el déficit público en los niveles más altos de la última década, este es el principal flanco débil del presidente, quien anunciará algunas propuestas para ayudar a los desempleados a encontrar trabajo y para mejorar los ingresos de los jubilados.
Incluso, abordará posibles medidas para mejorar el sistema de seguridad social, asunto que tradicionalmente ha defendido el partido Demócrata, inmerso en el inicio de la carrera para designar al candidato que tratará de derrotarle en noviembre.
No por casualidad la Casa Blanca eligió el día de hoy para el discurso sobre el Estado de la Unión, que Bush pronunciará sólo 24 horas después de los "caucus" de Iowa, con el objetivo de recuperar la iniciativa política y mostrar su perfil de "comandante en jefe".