Rindió homenaje a las miembros de las fuerzas armadas en la víspera del Día de la Conmemoración de los Caídos
29 de mayo de 2004
Washington, (Notimex).- El presidente George W. Bush respondió hoy una vez más a las críticas derivadas de las torturas de iraquíes a manos de soldados estadounidenses y la falta de un plan claro para estabilizar Irak y combatir el terrorismo.
En su discurso radial de los sábados, Bush rindió homenaje a las miembros de las fuerzas armadas en la víspera del Día de la Conmemoración de los Caídos -Memorial Day- que recuerda a soldados veteranos y muertos en las guerras peleadas por Estados Unidos.
"Hoy en día la libertad enfrenta a nuevos enemigos, y una nueva generación de estadounidenses se ha ofrecido para derrotarlos", dijo el mandatario, quien recordó que el sacrificio de estos soldados permitió derrotar regímenes tiránicos.
Señaló que desde los ataques terroristas del septiembre 11, "hemos visto el carácter de los hombres y mujeres que portan el uniforme de nuestro país. En lugares como Kabul y Kandahar, Mosul y Bagdad, hemos visto su decencia y espíritu valiente".
Sus palabras parecieron constituir la última defensa de la actuación de las tropas estadounidenses en Irak, empañada y severamente cuestionada a raíz de las torturas en que tropas incurrieron en la notoria prisión de Abiu Ghraib en Bagdad.
Bush dijo que gracias "al feroz coraje" de sus tropas en Irak y Afganistán, "Estados Unidos es más seguro... y dos regímenes de terror han desaparecido para siempre... y más de 50 millones de almas ahora viven libres".
El mandatario aprovechó la ocasión para dar respuesta a las incesantes críticas por el manejo de la guerra en Irak, en particular por la aparente ausencia de un plan posterior a la entrega de la soberanía a los iraquíes el próximo 30 de junio.
"Nuestra misión continua y la llevaremos adelante hasta que logremos victoria. Tenemos una estrategia para derrotar a nuestros enemigos terroristas y un plan que ayude a establecer una libertad duradera en Irak. Lo que está en juego es muy importante", dijo.
Bush indicó que la guerra en Irak ayudará a hacer de Medio Oriente una región más segura, razón por la que la tarea de Estados Unidos en esa región resulta esencial, insistiendo en la necesidad de mantener el apoyo de otros países en esta causa.
"El enemigo busca obligar a países libres a retroceder hacia el aislamiento y el temor. Sin embargo, vamos a perseverar y vamos a derrotar a este enemigo y mantener para el mundo de la libertad este terreno ganado con tanta dificultad", indicó.