Reconoció no poder decir si las autoridades habrían actuado de manera diferente tras saber advertencias sobre posibles atentados.
19 de mayo 2004.
Nueva York, (Notimex).- En medio de gritos, quejas y críticas de familiares de víctimas, el ex alcalde Rudolph Giuliani consideró hoy que previo al 11 de septiembre, e incluso ese día, se hacía todo lo que se pensaba "para proteger" a Nueva York.
Señaló que las autoridades neoyorquinas probablemente no hubieran cambiado sus prioridades de seguridad, incluso si la Casa Blanca les hubiera avisado, en agosto de 2001, de que terroristas podrían atentar contra edificios de la ciudad.
En una sala repleta de familiares de víctimas de los ataques, el ex alcalde de Nueva York rindió testimonio ante la Comisión Nacional sobre Ataques Terroristas contra Estados Unidos, que busca esclarecer lo que pasó y si hubo fallos en la prevención de los ataques.
El 6 de agosto de 2001, en un documento titulado "Bin Laden decidido a atacar en Estados Unidos", los servicios de inteligencia avisaron al presidente George W. Bush de los planes para atentar contra edificios en Nueva York, en particular las Torres Gemelas.
Giuliani indicó que de haber recibido advertencias en esa dirección, "no puedo decirles honestamente que lo hubiéramos hecho diferente. Estábamos haciendo en ese momento todo lo que pensábamos... para proteger la ciudad".
El ex alcalde indicó que en esas fechas, los servicios de inteligencia federales habían señalado como objetivos prioritarios de un atentado los túneles y puentes que unen Manhattan con Nueva Jersey, Brooklyn y Queens, y la red del metro.
Añadió que, según las informaciones que recibió del gobierno federal, los terroristas atentarían con bombas suicidas, en vez de por el aire, y reconoció que el 11 de septiembre se cometieron errores que atribuyó a las circunstancias y hechos sin precedentes.
En este sentido, defendió, una vez más, a todos aquellos que hiceron frente y participaron en las labores de rescate, después de que este martes se reiteraran las fallas de coordinación en estas tareas entre la Policía y los bomberos.
El ex alcalde indicó que entre ocho mil y nueve mil personas fueron rescatadas y unas 25 mil evacuadas con vida de la zona del atentado.
Recordó que entonces se vivieron muchos momentos "heróicos", y que si no todo salió a la perfección fue por el estrés y la gran presión bajo la que trabajaron los servicios de rescate aquel día, en el que murieron 343 bomberos y 23 policias.
Giuliani, que estaba a punto de acabar su mandato al frente del consistorio, fue considerado tras los atentados casi un héroe, aumentado su capital político, escaso por aquel entonces, y encumbrado por su papel durante y después del trágico suceso.
Pero este miércoles no se libró de las críticas, y durante su comparecencia fue interrumpido al menos tres veces por gritos y acusaciones lanzadas desde la sala, de la que un hombre fue desalojado por la policía.
"Póngannos en el panel" o "mi hijo fue asesinado", fueron algunas frases que se oyeron durante la trifulca.
"Tres mil personas están muertas, ellas no murieron porque él es un gran líder... pregunten cosas reales", indicó Christopher Brodeur, un viejo opositor de Giuliani durante sus años en el ayuntamiento y quien fue expulsado de la sala. Otro individuo gritó "hablen de las radios", en referencia a las fallas en los sistemas de comunicación del departamento de bomberos durante las operaciones de rescate aquel día. Giuliani -quien ahora dirige una exitosa consultora sobre seguridad- no pudo ocultar su malestar por las críticas.
Tras Giuliani testificaron, entre otros, su sucesor y actual alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, y el secretario de Seguridad Interior, Tom Ridge.