Lisboa, (EFE).- Un grupo de portugueses ha creado una Unión Atea Portuguesa (UAP) para reivindicar su derecho como no creyentes, en un país donde el 90 por ciento de la población es católica, a tenor de las estadísticas y de fenómenos como Fátima.
La UAP resulta de la unión de varias organizaciones, como la Asociación República y Laicismo (ARL), cuyo presidente, Luis Mateus, explicó a EFE que este grupo lucha "por la reivindicación del pensamiento y la actitud laicos".
Mateus añadió que "ateos y agnósticos están discriminados en Portugal, ya que son considerados ciudadanos de tercera y no cuentan ni como católicos, ni como creyentes de otras confesiones".
El presidente de ARL se muestra indignado por el contenido del último Concordato firmado por el Estado portugués y la Santa Sede, que regula cuestiones como el matrimonio, la asistencia religiosa, el patrimonio o el régimen fiscal de la Iglesia católica.
"Es una aberración y estaremos siempre contra el convenio", indicó Mateus, que también pronosticó que "estos acuerdos con la Iglesia católica no llegarán muy lejos".
Mateus sostiene que Portugal, como España, Italia o Polonia, son países tradicionalmente católicos, pero las estadísticas demuestran que sus sociedades tienden al laicismo.
Para el presidente de la ARL, "el desarrollo de Portugal ha estado muy condicionado por la religión católica", a través de creencias como la del santuario de la Virgen de Fátima, que data de 1917, en el lugar de las supuestas apariciones marianas a tres niños pastores.
Desde entonces, las multitudinarias peregrinaciones a Fátima evocan las apariciones y, según Mateus, la fuerza del catolicismo "es un poder venido a menos, aunque aún vigente".
"La sociedad actual es menos secular", ya que "en Portugal sólo el 20 por ciento de los católicos se declara practicante", explicó.
"Antes, para tener nacionalidad portuguesa había que ser católico", recordó Mateus, para quien "los altos índices de analfabetismo lusos son caldo de cultivo perfecto para reclutar fieles".
Estadísticas difundidas este mismos reflejan que un 9 por ciento de la población lusa es analfabeta, o lo que es igual, Portugal es el país europeo con mayor número de personas que no saben leer o escribir.
La presidenta de la UAP, Palmira Ferreira Da Silva explica que en la asociación hay "gente de todas las edades" y sus primeras iniciativas de la UAP serán divulgativas, como edición de libros prohibidos por la censura, porque se pretende recuperar libros proscritos, alguno desde el siglo XVIII.
La UAP organizará debates y otras actividades para potenciar los lazos con otras organizaciones de carácter laico que están radicadas en Europa, donde crece el laicismo, como la Asociación Francesc Pi i Margall catalana, que Mateus considera "un movimiento laico muy interesante".
Pero Mateus admite que "queda mucho camino por recorrer", y señala que "ningún político portugués tiene valor de enfrentarse al poder de la Iglesia", ni los de izquierda, según el dirigente, que opina que "el catolicismo es más cuestión de identidad que de credo".
A su juicio, "muchas veces la religión se interpreta como superstición y no debe ser así, porque el hecho religioso es algo más profundo".
La UAP valora que un censo de 2001 daba cuenta de que un cuarto de millón de portugueses se declaran "sin religión" y espera aumentar el número de miembros para lograr que su derecho a no tener confesión religiosa sea reconocido en Portugal, tanto en lo político como en lo social.