NUEVA YORK (AP).- Promoviendo alternativas como el sushi vegetariano, activistas por los derechos de los animales lanzaron una campaña argumentando que los peces- contrario a lo que se piensa- son animales inteligentes y sensibles que no merecen ser comidos como tampoco lo serían un perro o un gato.
Conocida como el Proyecto de Empatía por los Peces, la campaña refleja un cambio de estrategia por parte del grupo People for the Ethical Treatment of Animals (Gente a favor del Tratamiento Etico a los Animales, conocido por sus siglas en inglés PETA), pues critica el consumo de un componente de la dieta ampliamente considerado como nutritivo y libre de controversias.
"Nadie pondría nunca un anzuelo en el hocico de un perro o de un gato", dijo Bruce Friedrich, de la PETA, director para la atención a vegetarianos estrictos que no consumen ningún producto de origen animal. "Una vez que la gente comienza a comprender que los peces, aunque distintos, son igual de inteligentes, dejarán de comerlos".
La campaña está en sus inicios y enfrentará un escepticismo generalizado. Grupos de reconocida importancia como la Asociación Norteamericana del Corazón recomiendan el pescado como parte de una dieta saludable; y algunos catedráticos dicen que es un error mostrar que la inteligencia de los pescados y su sensibilidad al dolor es comparable a la de los mamíferos.
"Los pescados son organismos muy complejos que realizan todo tipo de cosas fascinantes", dijo el neurocientífico James Rose de la Universidad de Wyoming. "Pero sugerir que saben qué les está ocurriendo y se preocupan por ello, simplemente no es el caso".
La PETA, con sede en Norfolk, Virginia, durante años ha efectuado campañas oponiéndose a la pesca deportiva, objetando las afirmaciones de Rose y de otros de que los peces no sienten dolor. El organismo también se ha unido a otros críticos para protestar por los elevados niveles de mercurio y otras toxinas hallados en muchos pescados, y la contaminación vertida por diversas granjas piscícolas.
El Proyecto Empatía es distinto a otros en dos aspectos: intenta mostrar como crueles las prácticas comunes de la pesca comercial y busca convencer a los consumidores de que existen razones éticas para no comer pescado.