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MÉXICO, DF.- La destacada actriz mexicana Dolores del Río, figura central de la Época de Oro del cine nacional, destacó por dos características: la inteligencia y la bondad, afirmó el escritor y crítico David Ramón.
Al impartir una conferencia con motivo del centenario del nacimiento de la actriz duranguense (tres de agosto de 1904), afirmó que su belleza se basaba en la inteligencia, "cuando un ser es inteligente cada vez esa inteligencia moldea más hasta sus huesos y cada vez se vuelve más bello".
En el Centro de Estudios de Historia de México, el especialista en el trabajo de esta gran actriz del cine silente y sonoro comentó que la artista "tenía una gran manifestación que fue la bondad".
Abundó que "siempre fue un ser inteligente y bondadosa, porque una persona así tenía que ser necesariamente buena, es una gran cualidad y esas cualidades las tenía Dolores del Río, quien siempre las mostró, aún cuando era una gran estrella del cine".
El especialista realizó un rápido recorrido por la vida de la actriz, quien, afirmó, fue "tocada por la gracia desde siempre": nace en el seno de una familia de alcurnia, su padre es un banquero y se educa en los mejores colegios de la época.
Sobrina de Francisco I. Madero, estudia incluso en Europa. Sin embargo, la Revolución Mexicana trastoca la vida familiar, que sale huyendo del país, con lo que pierde su posición social.
Aún menor de edad, conoce al que será su primer marido, Jaime Martínez del Río, cuyo apellido habrá de tomar en su futura y fructífera carrera artística.
Ramón expuso que su llegada al cine se dio de manera casual y después de separarse de Jaime Martínez. No obstante, en su paso por el séptimo arte, tanto en Estados Unidos como en México, marcó huella por la calidad de su trabajo, su belleza y su porte.
