Las agrupaciones de la comunidad shii formaron la Alianza Iraquí Unida, de la que se ha quedado fuera la corriente partidaria del clérigo radical Muqtada al Sadr.
Bagdad, (EFE).- Los principales grupos shiies iraquíes confirmaron su intención de concurrir unidos a las elecciones del próximo 30 de enero y presentaron una lista de 228 candidatos que cuenta con la aprobación del máximo líder de esa comunidad mayoritaria en Irak, ayatolá Ali Sistani.
Según anunciaron hoy portavoces shiies, las agrupaciones de la comunidad shii -junto con grupos suníes, cristianos y kurdos- formaron la Alianza Iraquí Unida, de la que se ha quedado fuera la corriente partidaria del clérigo shii radical Muqtada al Sadr, quien ha anunciado que boicoteará los comicios.
Entre los grupos que integran la citada coalición figura la Asamblea Suprema para la Revolución Islámica en Irak (ASRII), el partido shii más importante del país, así como la Organización Badr, ambos liderados por Abdelaziz Al Hakim, miembro del Parlamento interino iraquí.
Badr era en el pasado el brazo armado de la ASRII y combatía al derrocado régimen de Saddam Hussein, pero este año anunció que desarmaba a sus milicianos y se convertía en una organización política.
Otro integrante de la coalición es el Congreso Nacional Iraquí (CNI), que dirige Ahmed al Chalabi, también miembro del Parlamento interino, cuyo grupo incluye entre sus miembros a varias personalidades suníes.
Asimismo, están incluidos, entre otros, el Partido Central de Adawa (Llamamiento Islámico) del vicepresidente iraquí, Ibrahim al Yafari (chií), así como Adawa-Organización de Irak, dirigido por el clérigo chií Abdel Karim al Anzi.
Aunque en la coalición figuran representantes kurdos, ninguno de ellos pertenece a las dos principales formaciones de esa etnia del norte de Irak -la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK) y el Partido Democrático Kurdo (PDK)-, que presentarán una lista separada, añadió.
Respecto a la corriente de Muqtada al Sadr, un portavoz shii manifestó que representantes de ese líder radical han indicado que apoya la lista de la Alianza Iraquí Unida, aunque sin formar parte de la misma.
Sin embargo, portavoces de Muqtada Al Sadr han insistido en que por su parte se mantiene el boicot a los comicios.
Al Sadr, que goza de una importante popularidad en las ciudades shiies, y cuyos seguidores protagonizaron violentos enfrentamientos con las tropas de EU el pasado verano, ha afirmado que no participará en los comicios "mientras continúen las fuerzas de ocupación en el país".
Una postura similar expresaron las principales agrupaciones políticas suníes, incluida la Comisión de Ulemas Musulmanes, que hoy mismo reiteró que "las elecciones serán ilegales", y que "no habrá una gran participación".
Esta comisión, la organización suní más prestigiosa de Irak, así como otros grupos de esa comunidad minoritaria, exigen el aplazamiento de las elecciones durante seis meses debido a la inseguridad en el país, especialmente en las zonas suníes como Fallujah, Ramadi y Mosul.
La insurgencia prosiguió, entretanto, sus ataques en Mosul y en Bagdad, donde hoy mismo tres civiles iraquíes murieron en un ataque con morteros contra una base de la Guardia Nacional en el barrio de Al Waziriya, en el noroeste de la capital.
Según fuentes policiales, seis proyectiles de mortero fueron disparados esta mañana hacia la base militar, de los cuáles cinco cayeron sobre viviendas cercanas y causaron la muerte de los tres civiles.
Por otro lado, otros tres agentes de la Guardia Nacional murieron en dos ataques separados cometidos durante las últimas 24 horas por insurgentes en Mosul, a unos 400 kilómetros al norte de Bagdad, añadieron las mismas fuentes sin facilitar detalles.
En esa misma ciudad tres iraquíes resultaron heridos este mediodía en un atentado con coche-bomba que hizo explosión al paso de un convoy militar norteamericano.
El mando militar de EU no informó, sin embargo, de víctimas entre los soldados estadounidenses.
