De 1993 al 2000 60 mil hectáreas por año resultaron afectadas
Ante la severa deforestación que sufre el estado, que según estudios de la Semarnat, durante el periodo de 1993 al 2000, alcanzó las 60 mil hectáreas afectadas por año, se instrumenta el Programa para la Conservación y Restauración del Ecosistema Forestal, que este año destinará diez millones de pesos para realizar acciones de reforestación, recuperación de suelos y de sanidad vegetal, para lo cual se dividió el territorio estatal en cuencas.
Otro estudio realizado por la Dirección General de Conservación y Restauración de Suelos, de la Comisión Nacional Forestal, señala que el 47 por ciento de la superficie en el país presenta una degradación hídrica, de moderada a inapreciable.
Con tales estadísticas, según lo informó la Gerencia Estatal de la Conafor, para el Programa de Conservación y Restauración de Ecosistemas Forestales, este año se invertirán cinco millones 935 mil pesos para la producción de cuatro millones 25 mil 600 plantas, que servirán para reforestar una superficie de cuatro mil 766 hectáreas; cuatro millones 197 mil 600 pesos para el rescate de suelos y 380 mil pesos en sanidad forestal.
La dependencia del sector forestal atribuye la devastación del ecosistema en las zonas silvícolas a los incendios, las plagas y enfermedades de las plantas, así como el cambio de uso de suelo y la tala ilegal, de ahí la importancia que adquiere la aplicación del programa de conservación y restauración.
Entre las metas que se pretende alcanzar en el 2004, destacan: restauración de una superficie de suelos de tres mil 948 hectáreas, además de la protección preventiva de 59 mil 821 hectáreas, que serán delimitadas. Se realizará un diagnóstico de ocho mil hectáreas y se aplicará tratamiento en mil 800.
Para llevar a cabo tales acciones de conservación y rescate de los ecosistemas forestales, el territorio estatal se dividirá en las siguientes cuencas:
La presa Lázaro Cárdenas, que comprende los municipios de Canatlán, Durango, El oro, Guanaceví, Indé, Nuevo Ideal, Ocampo, San Bernardo, San Dimas, Santiago Papasquiaro y Tepehuanes; Laguna de Santiaguillo, con jurisdicción en Canatlán, Coneto de Comonfort, Nuevo ideal, San Juan del Río y Santiago Papasquiaro; Mesa del Nayar, en Durango y Pueblo Nuevo.
Además, las microcuencas El Carrizo en Durango; río Garabitos y Bayacora, también en el municipio de la capital; Nazas-Rodeo en Coneto y San Juan del Río; la subcuenca de Río Chico en Canatlán, Durango y Pueblo Nuevo; Río Baluarte en Pueblo Nuevo; La Sauceda en presa Peña del Águila; Canatlán-Durango en Nuevo Ideal y San Juan del Río; Zona Huicot en Mezquital.
SUPERFICIE
incendio forestal
Los incendios forestales, uno de los factores que inciden para el deterioro de los bosques y su ecosistema, y que el año pasado afectó una superficie cercana a las diez mil hectáreas, en lo que va de la temporada actual solamente se han registrado tres, uno de los cuales inició ayer en la comunidad de San Bernardino de Milpillas Chico, en Pueblo Nuevo.
Según informes de la Gerencia local de la Conafor, los otros dos incendios afectaron 25 hectáreas; uno en el municipio de Santiago Papasquiaro, con una superficie de 19 hectáreas, en su mayoría de pastizales y maleza, y el de seis hectáreas en Durango, que sí fueron de arbolado. Se destaca la importancia de las brigadas de combate, que evitaron mayor daño.