El tifón más devastador en un cuarto de siglo se perdió en el océano Pacífico ya convertido en tormenta tropical.
Tokio, (EFE).- El tifón "Tokage" se alejó hoy de las costas de Japón convertido en el más cruel de los últimos 25 años, tras dejar una devastadora estela con casi 90 muertos y desaparecidos, más de 300 heridos y cuantiosos daños materiales.
Las lluvias torrenciales, riadas, aludes de tierra y olas gigantes desatadas a su paso mantuvieron en jaque al sur y al oeste del país durante 48 horas, al perturbar fuertemente el tráfico por carretera, ferroviario y aéreo.
El balance aún provisional de víctimas menciona al menos 62 muertos y más de 20 desaparecidos, además de cientos de heridos, según la cadena de pública de televisión NHK.
El Gobierno declaró que se trata del tifón más devastador en un cuarto de siglo y el primer ministro, Junichiro Koizumi, ordenó el envío de un equipo de investigación a las zonas más afectadas para examinar las consecuencias.
Para encontrar un tifón más dañino hay que remontarse a octubre 1979, cuando murieron o desaparecieron 115 personas.
El "Tokage", palabra japonesa que alude a la constelación Lacerta, o Lagarto, se perdió esta mañana en el océano Pacífico, rumbo al este, pero ya convertido en una inofensiva tormenta tropical, según el servicio Meteorológico.
Los vientos, que alcanzaron los 225 kilómetros por hora en algunas zonas del sur del país acompañados por lluvias torrenciales, fueron perdiendo fuerza durante la noche a medida que la depresión se acercaba a Tokio.
El tifón se dispersó una vez confirmó los pronósticos meteorológicos que lo habían descrito antes de su llegada a las islas como "masivo".
Las compañías aéreas tuvieron que cancelar esta mañana 119 vuelos domésticos, que dejaron en tierra a unos 25 mil pasajeros, después de haber anulado ayer casi mil vuelos interiores e internacionales.
Las pérdidas que están sufriendo las aerolíneas con la inusual racha de tifones que ha azotado este año el archipiélago se han disparado.
A comienzos de octubre fueron evaluadas en torno a los 44 millones de dólares, pero desde entonces han aterrizado sobre las islas otros dos potentes tifones.
Las inundaciones provocadas por las crecidas de los ríos también obligaron a la suspensión de gran parte de los servicios ferroviarios en la mayor parte del país, incluidos los trenes de alta velocidad.
Además decenas de barcos quedaron encallados en las costas meridional y occidental niponas, entre ellos el buque escuela "Kaiwomaru", de dos mil 600 toneladas y con 167 marinos a bordo.
Toda la tripulación fue evacuada sana y salva después de haber vivido una noche infernal, al haber quedado la embarcación atrapada entre un espigón de cemento y un fortísimo oleaje.
No por habitual en Japón este fenómeno meteorológico es menos peligroso, y anoche creó situaciones insólitas que pudieron ampliar la magnitud de la tragedia.
La crecida de río Maruyama anegó un 90 por ciento de la localidad de Toyooka, en la montañosa provincia de Hyogo, en el noroeste del país, obligando a evacuar a unas 42 mil personas.
En Kyoto, un grupo de turistas compuesto por 36 jubilados japoneses tuvo que ser rescatado por la Armada japonesa tras pasar casi toda la noche refugiados en el techo del autobús que había quedado engullido por las aguas en una carretera inundada.