Asesinan a golpes a un albañil en San Dimas
Cuatro personas perdieron la vida durante el pasado fin de semana: dos trabajadores que fueron aplastados por un enorme bloque de cantera; en tanto a uno, al parecer a manos de sus compañeros de parranda, lo asesinaron a golpes y finalmente otro individuo que después de dos semanas de borrachera recurrió al suicidio, agobiado por el reciente abandono de su esposa.
Trágica muerte encontraron ayer por la noche dos personas del sexo masculino al estar trabajando cortando mármol en la parte alta de un cerro, cuando una piedra gigante les cayó encima, provocándoles la muerte de manera instantánea.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 22:00 horas del sábado pasado, cuando la Comandancia Regional de Cuencamé reportó el ingreso de dos cuerpos sin vida al Servicio Médico Forense.
Los nombres de los fallecidos son Arturo Carranza Castro, de 27 años de edad, y Gerardo Martínez Mendoza, de la misma edad, ambos con domicilio en el ejido conocido como Sombreretillo, municipio de Simón Bolívar, Durango.
De acuerdo con el parte informativo emitido por la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE) en la Guardia de Homicidios, los jóvenes se encontraban realizando trabajos de corte de mármol, cuando de repente una pedazo de la piedra se desprendió, por lo que las víctimas nada pudieron hacer para evitar el mortal golpe.
De los hechos tomó conocimiento la agente del Ministerio Público de Cuencamé, Julia Ríos Hernández, quien ordenó el traslado de los cuerpos al Servicio Médico Forense (Semefo) para que les practicaran la necropsia de ley. El encargado de realizarla fue el médico legista Rodrigo Soto Saldaña, quien manifestó que las causas de la muerte fueron contusiones profundas de tórax con fractura de cráneo.
PARRANDA
Fidel Martínez Barraza es el nombre de la víctima de una descomunal golpiza, al parecer a manos de sus propios compañeros de parranda que al momento ya son buscados por el personal de la Policía Ministerial de Tayoltita, ya que la madrugada de ayer, aunque fue localizado con vida, falleció al momento de ser atendido por médicos de la clínica local.
El hoy occiso, de 42 años de edad, tenía su domicilio en la población señalada, cabecera municipal de San Dimas, y fueron vecinos del lugar quienes localizan al trabajador de la construcción, el cual arrojaba sangre por la boca, debido a las lesiones internas que le provocaron los golpes de sus agresores.
Versiones de conocidos de Felipe señalaron que fue visto durante la madrugada del sábado acompañado de varios sujetos ingiriendo bebidas embriagantes, aunque no precisaron las identidades de los parranderos.
Al momento de practicarle la respectiva necropsia, los médicos forenses se percataron de golpes y escoriaciones en cráneo, rostro, espalda y abdomen, estos últimos mortales por necesidad ya que dañaron órganos vitales que provocaron el sangrado masivo interno.
Tras el abandono de su mujer se ahorcó
Luego de dos semanas de borrachera consecutivas al abandono de su esposa, Juan Ruiz Torres, de 32 años de edad, con una fuerte depresión, decidió quitarse la vida ahorcándose con las propias cintas de su calzado.
El extinto marido tenía su domicilio en la esquina que forman las calles Gómez Farías y Francisco Villa de la colonia 5 de Mayo, en Gómez Palacio, siendo su propia tía, Guadalupe Torres Ávalos, de 46 años de edad, quien localizó el cuerpo dentro de la antes recámara nupcial.
La señora manifestó a los elementos de la Sección de Homicidios que al verlo en esas condiciones continuamente lo visitaba para animarlo y convencerlo de que dejara de embriagarse, pero sus ruegos nunca hicieron eco en el afligido marido hasta el sábado por la tarde cuando descubrió que se había horcado.
De acuerdo con los indicios encontrados dentro de la habitación, Juan utilizó las cintas de sus botas de trabajo y elaboró un cordel resistente para soportar su peso. Acto seguido lo amarró a una de las vigas de su habitación y utilizando como soporte una silla, saltó al vacío y su propio peso hizo el resto de la fatal encomienda.
INTOXICACIÓN
Trató de suicidarse
Con la vida pendiendo de un hilo permanece la joven Adriana Janeth Galindo Ortiz, de 19 años, la cual, sin conocerse hasta el momento el motivo, trató de escapar por la puerta falsa ingiriendo una fuerte cantidad de medicamento, quedando inconsciente en su cama. Su propia madre, al tratar de despertarla, se percató de que no volvía en sí, trasladándola de inmediato a la clínica del ISSSTE para que lograran estabilizarla.
Los hechos tuvieron lugar en el interior de la vivienda marcada con el No. 100 de calle Manuel Mirabath del fraccionamiento San Marcos, cuando el viernes por la noche la menor llegó de la escuela y sin decir palabra alguna se metió a su cuarto. Ya por la mañana del día siguiente, su madre Margarita Ortiz, de 48 años, entró para despertarla pero ya no fue posible, debido al avanzado cuadro de intoxicación medicamentosa que presentaba.
Hasta el momento la paciente fue reportada como delicada, a pesar de que los médicos y enfermeras han hecho lo posible por estabilizarla.