El presidente estadounidense George W. Bush, hermano del gobernador, declaró a Florida, Louisiana, Alabama y Mississippi como zonas de desastre.
17 de septiembre de 2004
NAVARRE, EU, (Reuters) - Las tropas de la Guardia Nacional iniciaron el viernes sus tareas para ayudar a proteger y limpiar la zona de la costa estadounidense en el Golfo de México afectada por el huracán Iván, que mató hasta 20 personas en esa área.
En el inicio de las actividades, motosierras rugían y los equipos de maquinaria pesada comenzaron a recoger los escombros de casas destruidas.
Los grupos de rescate, con la ayuda de perros, se preparaban para iniciar búsquedas casa por casa y para dirigirse a las islas cerca de la costa donde techos de casas lujosas asomaban desde las aguas de la inundación.
Las autoridades dijeron que el total de muertos por Iván podría aumentar. Muchas de las muertes en la región que fue alcanzada por la tormenta, en el sur de Estados Unidos, fueron provocadas por los tornados que desató Iván en el noroeste de Florida.
Allí los vientos de 210 kilómetros por hora derribaron grandes árboles y la poderosa marejada arrasó casas y condominios situados en la playa.
El gobernador de Florida, Jeb Bush, quien fue a recorrer la zona del tercer gran desastre provocado por un huracán en su estado en tan solo cinco semanas, dijo que los reportes iniciales de las islas eran "desgarradores".
Florida ya sufrió en las últimas semanas el embate de los huracanes Frances y Charley.
El viernes, hasta 2,6 millones de personas en los estados de Florida, Alabama, Georgia y Mississippi estaban sin energía y miles seguían en refugios.
En el recorrido de 10 días a través del Caribe, Iván mató a 69 personas antes de que su ojo tocara el continente en las primeras horas del jueves cerca de Gulf Shores, Alabama, al oeste del extremo occidental de Florida.
En un momento, Iván llegó a ser el sexto huracán atlántico más poderoso, aunque luego se debilitó para convertirse en una masa de tormentas a medida que avanzaba hacia el norte.
Los condominios de la playa de Pensacola, que alguna vez fueran sólidos edificios, fueron destruidos y vaciados por los vientos.
Caminos y estacionamientos para vehículos quedaron enterrados debajo de la arena.
"Casas enteras se desprendieron de sus cimientos y desaparecieron debido a la subida del agua causada por la tormenta. Eran casas nuevas, de lujo, que ya no existen", dijo Bush.
El presidente estadounidense George W. Bush, hermano del gobernador, declaró a Florida, Louisiana, Alabama y Mississippi como zonas de desastre, allanando el camino para la llegada de ayuda de emergencia. El presidente tenía previsto visitar el domingo las zonas afectadas.
TORNADOS LETALES
La tormenta mató al menos siete personas en el noroeste de Florida, la mayoría de ellos por una serie de tornados. Dos personas perdieron la vida en Mississippi, una de ellos electrocutada y la otra aplastada por la rama de un árbol.
Al menos tres personas murieron en Georgia. Una niña de 6 años fue arrastrada por la corriente de la inundación en el condado White, y una mujer murió en el condado Franklin cuando cayó un árbol sobre un vehículo, entre otras víctimas.
El periódico The Pensacola News Journal reportó otras siete muertes en el condado Escambia, en Florida, que incluye a Pensacola, una ciudad fuertemente afectada por la tormenta.
Los funcionarios no estaban inmediatamente disponibles para confirmar esas muertes, que llevarían el total en Estados Unidos a 20.
Los funcionarios de emergencias estatales ya estaban observando la evolución de la tormenta tropical Jeanne, que se precipitó sobre República Dominicana y según los pronósticos se movería cerca de la costa este estadounidense el miércoles próximo, posiblemente alcanzando el norte de Florida.
