EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- El trabajo de la Procuraduría General de la República (PGR) se vino abajo. Los siete meses de investigación no fueron suficientes. César Sánchez Alvarado, mejor conocido como “El César”, libró el cuarto proceso penal que enfrentaba por delitos contra la salud y recuperó su libertad la semana pasada.
Identificado por las autoridades de Seguridad Pública, de Procuración y Administración de Justicia, como el principal distribuidor de droga al menudeo en la región, teniendo como base de operaciones la colonia San Joaquín de Torreón y extendiendo su territorio a la colonia El Huarache, en Ciudad Lerdo, “El César” dejó atrás el encierro de 14 meses, tres días y 22 horas.
El ex residente del Cereso recuperó su libertad mediante la resolución de Jesús María Flores Cárdenas, magistrado del Primero Tribunal Unitario del Octavo Circuito con sede en Torreón, según consta en el directorio de Órganos Jurisdiccionales, del Consejo de la Judicatura Federal, con fecha de actualización del 29 de septiembre de 2003.
El magistrado dictaminó la revocación de la sentencia condenatoria, determinada por el juez primero “A” de Distrito en La Laguna, dentro del proceso 169/2002, por delitos contra la salud. El viernes 30 de mayo se cumplió la orden girada por el juez segundo de Distrito en La Laguna, por el delito contra la salud en su modalidad de comercio (con hipótesis) de venta de cocaína, dentro de la averiguación previa 84/CS/2002, pero la defensa de “El César” logró el amparo.
Gerardo Lara Pérez, director del Centro de Readaptación Social (Cereso) en Gómez Palacio, informó sobre la liberación de César Alvarado, en base a la orden del Primer Tribunal Unitario, que se cumplió a las 22:00 horas del jueves 30 de septiembre de 2004.
También se dio a conocer extraoficialmente, que el inculpado logró superar un proceso penal mediante el sustitutivo de prisión y otro más al lograr la reparación de daños.
Duro revés
Distante se encuentra el día en que se vanaglorió la delegación Coahuila de la PGR, a cargo de María López Urbina, cuando se anunció la captura de César Sánchez Alvarado, después de varios meses de ardua investigación.
El 31 de mayo de 2003, en una rueda de prensa, la ahora fiscal especial para el esclarecimiento de los feminicidos en Ciudad Juárez, Chihuahua, informó sobre el cumplimiento de la segunda orden de aprehensión en contra “El César”, acusado de delitos contra la salud en su modalidad de distribución y venta de cocaína.
“Todo está bien sustentado, este sujeto no sale, no la libra, se le acusa de delitos contra la salud en su modalidad de distribución y venta de drogas”, dijo José de Jesús Quintana, vocero de la PGR en Coahuila, respecto a la detención de “El César”.
Por su parte, López Urbina dijo que tenía plena confianza de que el juez dicte el auto de formal prisión en ambos procesos, “con esta segunda orden de aprehensión se vienen a reforzar las denuncias que tenemos en su contra”.
A DETALLE
César Sánchez Alvarado de 33 años, alias “El César”, considerado por las autoridades como el principal distribuidor de drogas en la Comarca Lagunera, fue capturado el pasado domingo 25 de mayo de 2003.
“El César” fue detenido mediante la orden de aprehensión girada por el juez primero de Distrito en La Laguna, por los delitos contra la salud, en su modalidad de venta y posesión agravada de clorhidrato de cocaína y asociación delictuosa.
La detención de este líder del “narcomenudeo” en La Laguna, se registró cuando circulaba sobre la avenida Durangueña entre las calles Cuarta y Quinta, de la colonia San Joaquín, a bordo de un vehículo de lujo de la marca BMW modelo 2003.
Siete meses duró la investigación para detener a este sujeto, ya que contaba con una amplia red de soplones que le avisaban de cualquier movimiento extraño en la colonia San Joaquín.
Con un millón de pesos, “El César” intentó recuperar su libertad, además de entregar tres vehículos de lujo, un BMW, un Pontiac Grand Prix y un Trans Am, a los agentes federales y le permitieran “escaparse”.
Durante la madrugada del lunes 26 de mayo de 2003, un nutrido grupo de federales y militares, trasladaron a César Sánchez Alvarado, al Centro de Readaptación Social de Gómez Palacio.
FUENTE: Archivo de El Siglo de Torreón