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SAN JUAN, PUERTO RICO.- La lectura de la sentencia que deberá imponerse al actor Osvaldo Ríos, hallado culpable de violencia doméstica, fue aplazada hasta el 12 de marzo para permitir que puedan corroborarse informaciones acerca de una demanda de divorcio presentada por la esposa del artista.
El juez Ángel Rodríguez dijo ayer que el informe de una funcionaria de la corte especializada en casos de violencia doméstica estaba casi completo, pero agregó que faltaban sus recomendaciones finales y la confirmación de las informaciones acerca de la demanda, recibidas el miércoles.
"Lo importante en este tipo de caso es que se rinda un informe completo, detallado", sostuvo.
Al salir de la sala judicial, Ríos fue emplazado con la demanda de divorcio de su esposa Geraldine Fernández, quien está separada del actor desde diciembre.
La abogada de Ríos, María de Lourdes Guzmán, confirmó que la demanda de divorcio "no es por consentimiento mutuo" y reconoció que puede ser tomada en cuenta al momento de dictar sentencia.
Según trascendió, la demanda de Fernández contra Ríos es por trato cruel e injuria grave.
El fiscal Ernie Cabán dijo que solicitará la pena máxima de reclusión, 18 meses de cárcel, e indicó que la demanda de divorcio contra Ríos podría significar un agravante.
En junio, un jurado halló culpable a Ríos de un cargo de violencia doméstica por haber agredido a su ex compañera Daisy Annette Santiago durante un altercado ocurrido en el apartamento de la pareja en la zona de Isla Verde, aledaña a San Juan, en noviembre de 1996.
Santiago, que para 1996 se desempeñaba como asistente personal del actor, ha dicho que el incidente de noviembre fue el cuarto de una serie de agresiones que sufrió durante su relación sentimental.
Ríos siempre rechazó las acusaciones y declaró ante el jurado que los golpes que aparecieron en el rostro de Santiago, mostrados en fotos durante el juicio, fueron producto de una caída durante un forcejeo de la pareja en el baño del apartamento.
Santiago ha presentado contra el actor una demanda de un millón de dólares por daños y perjuicios.
