El desenlace del caso Gloria Trevi mostró la podredumbre del sistema judicial en México y de paso la falsedad que rodea al medio artístico mexicano.
Si el fallo del juez Javier Pineda Arzola de Chihuahua fue apegado a la verdad, significa que en México podrá usted pasar hasta cinco años en prisión para demostrar su inocencia con todo y la fama y riqueza.
Si por el contrario la inocencia de la Trevi fue producto de negociaciones en lo oscurito, resulta que no existe la justicia como tal en México y que los conflictos legales basan su solución en el poder económico y político de las partes en pugna.
Lo cierto es que durante estos cuatro años y medio de cautiverio de Gloria Trevi y de su amante Sergio Andrade, salieron a luz pública tantas acusaciones y revelaciones espeluznantes que resulta difícil creer en su total inocencia.
La Trevi, cuyo nombre real es Gloria Treviño, nació en una familia medianamente acomodada de Monterrey, y desde muy pequeña mostró sus dotes artísticas, su fuerte temperamento y su carácter indómito.
Por problemas familiares emigró a la ciudad de México en donde logró subsistir por sus dotes artísticas, pero muy pronto cayó en las garras del ambiente frívolo e interesado de la farándula.
Nunca supimos por qué razón pero fue Raúl Velasco quien acogió a la Trevi en su programa Siempre en Domingo, en donde la escultural actriz se presentaba semana a semana con sus medias desgarradas, su pelo suelto y su atractiva minifalda cantando con toda su locuacidad atrayendo por igual a niños, jóvenes y adultos.
De ahí en adelante la actriz logró una fama sin precedente. Recuerdo en una ciudad norteña cómo la Trevi llenó a reventar un palenque, donde cientos de fans golpeaban por fuera las puertas para poder entrar, mientras adentro otros cientos luchaban por escapar del sofoco producido por la aglomeración.
Obviamente el caso judicial de Gloria Trevi, no ha concluido porque vendrán más apelaciones y acusaciones que enfrentar. Pero todo hace suponer que será Sergio Andrade quien pagará las culpas de toda la sexo-pandilla que él creó y que pervirtió en una manera miserable a decenas de niñas y jovencitas.
El escándalo Andrade-Trevi inició en abril de 1988 cuando Aline Hernández reveló en su libro “La gloria por el infierno”, las turbiedades de su ex esposo Sergio Andrade. En marzo de 1999 se presenta la denuncia de Karina Yapor en contra de Trevi y sus coristas por corrupción, abuso de menores y violación de menores que desata una feroz persecución judicial y el escándalo en los medios a nivel internacional.
En enero de 2000 la Trevi, Andrade y “Mary Boquitas” son detenidos en Río de Janeiro y ahí se inicia el juicio que concluyó la semana pasada en Chihuahua al menos para la cantante mexicana.
Con todo y el fallo judicial a su favor no será fácil para Gloria Trevi sacudirse del desprestigio por las historias que surgieron sobre su vida en estos años, algunas espeluznantes como la muerte de su bebé Ana Dalay en condiciones por demás extrañas.
¿Qué podemos concluir de tan dramático caso?
Que en México subsiste el grave subdesarrollo de la justicia al tiempo que los medios de comunicación mantienen su inmenso poder capaz de crear ídolos de barro, que un día están en los cielos y al otro en los infiernos.
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