El antiguo régimen con sus décadas retrógradas inmersas en el nepotismo, herencias de puestos, el corporativismo en todo su esplendor de corrupción y el arquetipo de anomias con las que gobernó se niega a morir y entre estertores con usos y costumbres quiere seguir con el secuestro de la nación y para eso sus líderes toman como rehenes a millones de mujeres, niños y adultos de algo que no les pertenece como el IMSS. En primer lugar quiero aclarar lo que es sabido por común denominador: El IMSS es de los trabajadores vía aportación patrones con sus cuotas que se les rebaja, sin embargo no olviden mis tres lectores que estamos en México y aquí de todo se fabrica o pretende hacer un monopolio el ISSSTE, Pemex, CFE, Lotería Nacional y hasta de la Cruz Roja, etc., si no es por parte de la hegemonía cupular, es por los líderes. En el Seguro Social ahora con dos dueños: Gobierno y sindicato se hace un inextricable y espinoso nudo social, político y económico y se cumple la sentencia, aquélla de la filosofía popular que dice: Si quieres digerir un asunto, sólo pásalo al Gobierno y a sus políticos y ellos se encargan sin empacho alguno de convertirlo en mierda.
De las pocas cosas buenas y desde luego merece un reconocimiento, es la creación de este Instituto por el régimen anterior donde gobernó es PRI, sin embargo lástima por él y los más de 50 millones de agremiados porque pronto se convirtió en la caja chica de políticos y líderes, proveyó votos cautivos para el mismo partido y sus trabajadores sindicalizados se impusieron sueldos a su libre albedrío y de paso su misma jubilación y desde luego se convirtieron en administradores del menesteroso Instituto, como colofón, instalaron una simple agencia de colocaciones, lleno de burócratas por parte de las administraciones corruptas; cualquier parecido con Pemex y la CFE es mera coincidencia. Amén que los directores de estas instituciones a nivel nacional eran (son) nombrados por compromisos políticos y no por eficiencia como debería ser por tratarse de un Instituto de gran relevancia.
Estos problemas de índole de salud ahora se convierten en un lío político, inclusive con el Congreso de la Unión más fragmentado que una sandía madura arrojada desde un octavo piso, es otro protagonista en este problema. De por sí el sector salud está en eterno desabasto por consecuencia de su quebranto económico. Los líderes temerosos de perder la parte del león defienden lo indefendible, ya que la quiebra del IMSS es tangible, lo mismo pasa en el ISSSTE con los servicios que presta, mientras un derechohabiente dice que su servicio es eficiente, 99 se quejan, no sólo por el desabasto de medicamentos sino por el despotismo y altanería con que se comporta la mayoría del personal, sobre todo los mandos medios y personal secretarial, los mismos que ahora solicitan el apoyo de la comunidad.
Otra vez las paradojas nacionales: mientras los dueños del IMSS que son los obreros de México al jubilarse obtienen una paupérrima mensualidad, los señores y señoras sindicalizados y sus sempiternos y charros líderes logran al jubilarse mensualidades cuando menos tres veces superiores, (las más bajas) y literalmente no hay de otra: o ellos se bajan las mensualidades o a los obreros pensionados y jubilados se las suben a la misma categoría de los trabajadores sindicalizados del IMSS.
La otra: que Fox se abroche el cinto y se faje bien los pantalones y se acuerde de Díaz Ordaz en aquella famosa huelga que duró 15 minutos en el IMSS. Porque como están las cosas en México y que mis tres lectores me perdonen por lo visceral y radical que parezca esta medida, pero se necesita un Pinochet como en Chile o un Franco como sucedió en España. Porque eso de seguir manteniendo tanto zángano metido a líder como que no y menos con la mentalidad atorada en el túnel del pasado con un montón de facturas del pasado reciente.
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