Las dependencias gubernamentales a cualquier nivel son mantenidas con posturas envueltas en la mitomanía y asistidos siempre con pretextos, entre laberintos burocráticos y una inoperancia obsesiva, cazando impuestos bajo amenazas y notificaciones si no se cumple con equis Ley. Veamos, por ejemplo, hace dos meses en la Ciudad de Monterrey, Nuevo León, se estuvo (aún se hace) inmovilizando a todo aquel vehículo automotriz de ese estado u otro que circulara con permiso, sin placas o con láminas y refrendo pasado. La cosa funciona así: el vehículo es detenido y llevado a un corralón, al dueño o al que se le decomisa el coche se le entrega un recibo y deberá volver por el vehículo cuando traiga consigo las nuevas placas y el engomado y además pagar los días en que estuvo su coche o camioneta encerrado o detenido. Muchos conductores foráneos como de Monclova o Saltillo, fueron despojados de esa manera a todas luces injusta.
El recaudador de Rentas, Mario Valdez Berlanga señala que en Torreón y lugares circunvecinos circulan aproximadamente 20 mil unidades sin placas (láminas) o ya vencidas, estos autos y camionetas incluyen a los “chocolates”. Sin duda aquí se pretende recabar dinero para obras y servicios por parte del Gobierno y de paso terminar con el rezago en lo referente al servicio de plaqueo y pago de tenencias. Por lo tanto se planea llevar a cabo una cosa similar a la de Nuevo León, es decir embargar o decomisar las unidades.
¡Pero!, ese pero que los mexicanos somos muy dados a entrometer y anteponer cuando de defender el patrimonio se trata y más si la amenaza viene de parte del Gobierno, ¿estará el señor Mario Valdez Berlanga, recaudador de Rentas de Torreón amenazando o sólo anunciando? ¿qué pasará con los autos y camionetas de procedencia extranjera de las diferentes organizaciones, incluyendo los permisos otorgados por algunos partidos políticos?
Sabemos por la historia que nuestros políticos son como los personajes cómicos de la tele y “como dicen una cosa dicen otra” y ejemplos hay muchos, el caso del autotransporte urbano donde los encargados no dan una y no sólo en Torreón con la directora de Autotransporte, Sandra Mijares, cuando con bombo y cornetas anunció la transformación del transporte urbano, un sueño guajiro y que sigue siendo una promesa jorobada, en el resto del estado está igual o peor (mal de muchos consuelo de pen... santes), las combis en Saltillo, Monclova, Piedras Negras, etcétera; incluyendo los abusones taxistas cuyas reglas y leyes parecen no conocer.
Pero más allá de que cada representante y servidor público quiera descubrir el agua en polvo, lo que pretende hacer el recaudador de Rentas en Torreón es a todas luces legal, según él y la Ley que siempre se aplica a unos cuantos cumplidores a los que hacen largas colas en Recaudación e inclusive a los que se sirven de un “coyote” para los engorrosos trámites, que por cierto es una gran manada la que acecha en esa dependencia a cargo de Mario Valdez Berlanga.
La cosa no es un juego ya que van de por medio la lana y los vehículos, donde no faltarán amparos, los líderes, los partidos políticos y desde luego las broncas contra los guardianes del orden (tránsito y policía) y las protestas, plantones contra dependencias y es aquí es donde “la burra torcerá el rabo”.
Es una utopía muy propia de nuestra clase corrupta que nos gobierna, primero dejar entrar autos ilegales por soborno desde aduanales, policías de Caminos y la Fiscal (Secretaría de Hacienda y Crédito Público, SHCP), para luego ante la presión hacerse los occisos y después intentar componer lo incorregible.
Aquí como siempre alguien más allá del Gobierno se llevará una tajada, unos pueden ser los tránsitos que andan como perros de caza y otro: el caso de las Grúas Laguna el monopolio municipal, ¿qué no se dará abasto en acarrear a su propiedad (el corralón) tanto vehículo incautado?
¿Acaso no será otra de tantas jaladas por parte del Gobierno y la secretaría de Finanzas del estado para pagar las precampañas políticas de sus jefes? Otra más, la sociedad está cansada de que cada tres años o cuando se le pegue la gana al Gobernador nos imponga placas (láminas) nuevas. En fin parece ser un rosario de mentiras y amenazas con las que se le quiere gobernar al pueblo y es una de las razones por las que muchos ciudadanos no cumplen y según se palpa es que los habitantes han perdido desde hace tiempo la confianza en nuestros gobernantes, sobre todo en el manejo de la lana, aún con la demagogia parlante, donde se involucra la transparencia.
No cabe duda, si nuestros deportistas son nacidos para perder, los gobernantes del país están clonados para mentir.
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