EFE
Madrid, España.- El mexicano Guillermo del Toro, director de títulos como Hellboy, Blade 2 y Mimic, afirmó que, si un realizador se acostumbra a Hollywood y sólo quiere hacer producciones de ese tamaño y trabajar con ese esquema, se crea una esclavitud.
?Lo importante es seguir sintiendo que se puede mantener la independencia y tener un pie en cada lado porque se puede aprender a ser libre?, declaró Del Toro, quien recibió ayer el Premio Internacional del Festival Internacional de Cortometrajes y Cine Alternativo de Benalmádena, en la Costa del Sol.
El cineasta intenta conservar ?el lenguaje y la personalidad? en todos los filmes que dirige.
?No importa el formato de producción, y mis intereses son ya de entrada bastante bizarros?, expresó.
Sobre sus experiencias en grandes producciones, explicó que la primera, con Mimic (1997), fue bastante dura.
?Luego lo pasé bastante bien con Blade 2, y Hellboy realmente fue una película hecha con un esquema de total libertad, aunque tuviera un presupuesto grande?, dijo.
Esta libertad le permitió seleccionar a su protagonista.
?Logré hacer una película de 60 millones de dólares con Ron Perlman?, expresó. ?Normalmente exigen que vaya una estrella gigantesca, y en este caso logré que fuera el actor adecuado para el personaje?.
Del Toro citó los ejemplos de Stephen Frears, que alterna películas pequeñas con otras más grandes, o de Steven Soderberg, unos casos no muy frecuentes, pero que se dan.
Sobre la abundancia de efectos especiales en algunos títulos actuales, apuntó que la gente que hace esa crítica no debería ver esas películas porque no está en edad ni en estado de maleabilidad del corazón.
?Cuando yo era pequeño se podría decir lo mismo de bastantes películas de monstruos?, dijo Del Toro.
A su juicio, el género fantástico tiene dos vertientes, la que depende de los efectos y la que no depende.
?No puedes hacer una película de monstruos sin recursos?, y en este género ?hay tantas películas buenas o malas como en cualquier otro?.
Justificó la etiqueta que se le coloca de ser un director poco prolífico, que deja pasar bastante tiempo entre una y otra película.
?Aunque recibo ofrecimientos muy lucrativos e interesantes, prefiero esperar y dedicarme a las películas que a mí me interesan, que no son para todos los gustos, pero las hago con más placer que si fueran por encargo?, agregó.
Del Toro espera rodar el próximo marzo o abril en España El Laberinto del Fauno, película de género fantástico ambientada en los años 40 y que comparte ?el mismo aliento e idea? que la anterior que dirigió allí, El Espinazo del Diablo.
El cineasta se mostró muy feliz por recibir el Premio Internacional ?Ciudad de Benalmádena? de este Festival, que llega en un momento clave, al haber cumplido recientemente los 40 años, y le supone un empujón y un aliciente para seguir con su trabajo.