EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- Habitantes que colindan con el panteón municipal denuncian el mal estado de la carretera que lleva al basurero municipal, pues se ha convertido en verdadero foco de infección, ya que al paso de los camiones recolectores, levantan tierra contaminada.
Sandra Macías Torres piensa que el Municipio tiene muy abandonado este sector, pues se trata de la orilla de la ciudad. ?Parece que todo mundo puede hacer lo que le da la gana, vienen y tiran la basura por donde sea?.
Esta carretera se localiza a un costado del camposanto que también, en el área donde la barda de material de construcción termina en malla ciclónica, la basura ha inundado el lugar. Alrededor y entre las tumbas se aprecian los desperdicios.
La molestia de los vecinos como Sandra y Socorro Campa Hernández, es porque el problema de la contaminación es muy fuerte en su área, la cual se genera tanto por la basura que se cae de los camiones que la que transportan como por el polvo que levantan a su paso.
Es que toda la carretera está deteriorada. Es un camino pedregoso y desigual donde la tierra suelta hace estragos tanto a los vecinos de las colonias San Isidro como a los colonos de la San Fernando.
Son los vecinos de esta última unidad habitacional quienes reclaman solución por parte del Gobierno Municipal al problema de la basura que es el principal agente que establece la contaminación ambiental y la que atenta contra la salud de los habitantes.
San Fernando es una colonia dividida en varios sectores que está muy cerca del tiradero controlado. Habitantes como Patricia Mendoza platican que cuando las polvaredas, hasta sus calles llegan papeles de baño, pañales desechables y trapos sucios.
?Vivimos entre basura y polvo contaminante?, exclama la ama de casa quien se queja porque continuamente el viento es algo común, como parece ser el vivir entre tanta suciedad.
Aunque han denunciado a las autoridades correspondientes su problemática, el Municipio sólo manifiesta que están trabajando en el asunto y que estudian la posibilidad de cambiar el basurero a un lugar apartado de esa zona.
Mientras eso sucede, dice Patricia, ?tragamos polvo contaminado porque el viento arrastra toda la inmundicia que puede del tiradero y parece que no queda más que acostumbrarnos a los olores nauseabundos de ese lugar?.
