Al rededor de 1,500 personas entre amigos, familiares y seguidores despiden a Ray Charles
EFE
LOS ÁNGELES, EU.- El funeral de Ray Charles, figura histórica de la música en Estados Unidos fallecido la pasada semana, fue ayer una muestra de que sus familiares, amigos y seguidores no pueden dejar de amar a este maestro.
Así resumió el reverendo Jesse Jackson el sentimiento de pérdida y amor que dominó el servicio privado celebrado ayer en la Primera Iglesia Metodista Episcopal de Los Ángeles, un acto cargado con toda la música que Charles, el padre del "soul", ofreció al mundo durante sus 58 años de carrera.
Ray Charles falleció el pasado día diez, víctima de una dolencia hepática que silenció una carrera galardonada con un total de 12 premios Grammy.
Los mil 500 asistentes a este funeral privado, así como los otros cientos de personas congregadas a la puerta de la iglesia negra más antigua de Los Ángeles prefirieron resumir su carrera con otro tipo de galardones.
"Para mí es mi primer beso", reconocía una seguidora hablando de Georgia on my Mind. "Me recuerda a mis padres", añadió otro amante de su música, una pasión heredada de sus progenitores.
En general, famosos o anónimos, sus seguidores se dieron cita para despedir "a un viejo amigo", ése que puso música a sus vidas, la misma que le quisieron ofrecer como despedida.
Stevie Wonder, B.B. King, Willie Nelson, Glen Campbell, David Newman o Cicely Tyson fueron algunos de los músicos que se dieron cita en este homenaje, donde el coro de elite del instituto Crenshaw no permitió que se olvidara el ritmo vital de la música de Ray Charles.
También hubo tributos de amigos como Quincy Jones o Bill Cosby, en honor a una figura a la que también brindaron un último homenaje el ex presidente Bill Clinton, Clint Eastwood o el alcalde de Los Ángeles, James Hahn, todos ellos amantes de su música.
"Estoy aquí para unirme al coro de todos los que amamos a Ray", resumió Eastwood, quien recientemente realizó un documental sobre su amigo y maestro.
"Seguirá vivo en nuestro corazón y en nuestra mente", agregó Clinton en una carta que fue leída durante el servicio religioso.
El funeral también sirvió de final a una muestra más larga de cariño entre esas otras amistades que creó a lo largo de 10,000 conciertos entre sus aficionados. En total, más de ocho mil personas pasearon ante su féretro, expuesto el jueves en el Centro de Convenciones de Los Ángeles.
De nuevo fue un momento de pesar donde el silencio habitual quedaba roto por la música que sus seguidores preferían tararear, algunos de ellos portando sus antiguos discos, con las solapas gastadas, en una última muestra de respeto y admiración.
Como reconoció el reverendo Charles Peters, el hombre capaz de unir los sonidos del gospel y del blues, superar la pobreza, la ceguera y la adicción a las drogas, también fue pudo "hacer a muchos de nosotros felices".
Una felicidad que quedó reflejada en el sentido de humor, o ironía, con el que sus seguidores se tomaron el hecho de que la capilla ardiente de Charles estuviera al lado de la mesa de inscripción de la convención de erótica prevista en Los Ángeles.
La voz de Charles estuvo también presente en su funeral cuando a petición de Quincy Jones los allí congregados escucharon su interpretación de My Buddy.
Sin embargo, sólo Willie Nelson fue capaz de acallar a toda la congregación con su interpretación, sin apenas voz y entrecortada por la emoción, del sello de la carrera de Charles: Georgia On My Mind.
Finalizado el servicio, el cuerpo de Ray Charles paseará por las calles de Los Angeles bajo un cielo que se negó a mostrarse en todo su brillo, algo encapotado como para mostrar la tristeza de esta pérdida.
Allí, el cortejo fúnebre, escoltado por 26 motoristas, hará una última parada frente a sus estudios de grabación donde se guardará un minuto de silencio en su honor.
Ray Charles recibirá sepultura en el cementerio del barrio de Inglewood en un acto reservado exclusivamente para la familia.
Todo un grande
Charles, un gran pianista, consiguió doce premios Grammy, nueve de ellos entre 1960 y 1966. Entre sus grandes éxitos destacan también What’d I Say, This Little Girl of Mine o Drown in my Own Tears.
-Su gran salto a la fama llegó en los años 60, especialmente con What’d I Say, tema en el que Charles combinó un teclado eléctrico con aires de rock y tantos gemidos que algunas emisoras de radio decidieron vetarlo.
-Sus éxitos le llevaron a aparecer en anuncios televisivos y en películas como cantante, compositor o invitado especial (In the Heat of The Night o The Blues Brothers).
-Amigo del activista Martin Luther King Jr., Charles dijo en su biografía de 1978 que había nacido con la música dentro de él. "Esta es la única explicación que puedo encontrar", señaló entonces, "la música es una necesidad para mí, como la comida o el agua".
-El artista, a quien sobreviven doce o nueve hijos (curiosamente, la cifra no está clara y depende de las fuentes que se consulten) apareció en público por última vez a fines de abril en un homenaje en Los Ángeles.
-Charles llegó en silla de ruedas, no pudo ponerse de pie y agradeció el homenaje con un murmullo. "Estoy un poco débil ahora, pero me voy a poner más fuerte", dijo entonces. Sin embargo, su deterioro ya era evidente.
FUENTE: EFE