EL SIGLO DE TORREÓN
Torreón, Coah.- Por delitos inexistentes, acostumbran algunos elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) arrestar a personas que acuden a sus trabajos, sólo para justificar su labor e incluso llegan agredir a los detenidos, como es el caso del ?azulejero?, Andrés Robles Ríos, a quien le costó 100 pesos no haber acatado una orden de un elemento.
De 34 años de edad, vecino de la privada Francisco I. Madero No. 917 de la colonia Vencedora, Andrés se desempeña colocando azulejos en las diferentes obras que lo llegan a contratar.
La mañana del viernes 30 de julio del año en curso, salió de su casa a temprana hora para trasladarse a bordo de su bicicleta a donde está trabajando, sin pensar en lo que le sucedería minutos más tarde.
Al circular por la calle Galeana a la altura de la avenida Metalúrgica, frente a la escuela Victoriano Cepeda, del mencionado sector habitacional, fue alcanzado por la unidad 35383 de la DSPM, cuyos tripulantes le ordenaron que se detuviera para una revisión de rutina.
Como hizo caso omiso a tal disposición, la patrulla se le dio un cerrón que por poco y lo arrolla, para enseguida descender uno de los uniformados que se le encaró en forma amenazadora y le reclamó la razón de su desobediencia.
El ?azulejero? no tenía nada qué ocultar por lo que le respondió que no había hecho nada y ya iba tarde para su trabajo, lo que causó la ira del servidor público que no se aguantó y le dio un fuerte empellón ocasionando que Andrés cayera al piso y se lesionara en el antebrazo izquierdo y la rodilla del mismo lado.
Al increparle su agresiva actitud hacia él, el agente preventivo le dijo que no la importara lo que pensara y mucho menos si le había causado alguna lastimadura, acto seguido lo obligó a subir a la unidad policíaca para ser trasladado a la ergástula municipal, donde lo encerraron por desobediencia y resistencia a particulares, intoxicarse en la vía pública y agresión a la autoridad.
Sin embargo en el certificado del médico legista del Tribunal de Justicia Municipal, doctor Sergio Castillo Rivera, no se estableció que Andrés anduviera bajo los influjos de alguna sustancia tóxica.
Muy dolido con la actitud de quien se supone está para servir y proteger, el ?azulejero? manifestó a los diferentes medios de comunicación que se había quedado sin las dos terceras partes de su salario diario, pues gana 150 pesos pero tuvo que pagar de multa 100 pesos, por faltas que nunca existieron.
