Los maltratos a los que son sometidos los jóvenes rusos van desde daños físicos y mentales, hasta deserciones, muertes, y suicidios.
Moscú, (Notimex).- El grupo estadunidense Human Right Watch exigió hoy a Rusia combatir los abusos que padecen los nuevos reclutas en su primer año de servicio en el ejército, y que los conducen a graves daños físicos y mentales e incluso al suicidio.
La agrupación denunció la violencia, ejercida por los reclutas de segundo año, en su reporte de 86 páginas emitido este miércoles bajo el título "Los Pasajes Equivocados: Trato Inhumano y Degradante de los Nuevos Reclutas en las Fuerzas Armadas Rusas".
De acuerdo con el reporte, citado por la prensa local, los maltratos a los que son sometidos los jóvenes rusos -que de manera obligatoria deben pasar dos años en el ejército- van desde serios daños físicos y mentales, hasta deserciones, muertes, y suicidios.
De esta manera, los jóvenes padecen en su primer año de servicio militar humillaciones sexuales, acosos y severas golpizas por cualquier infracción o falta en el cumplimiento de ordenes, denunció el grupo defensor de derechos humanos.
La agrupación indicó que las vejaciones contra los recién ingresados violan los códigos de conducta del ejército, y denunció que el gobierno de Rusia no sólo no ha tomado medidas efectivas para combatirles, sino que incluso las ignora.
"La investigación de Human Rights Watch muestra que estas prácticas pueden prevenirse. Es hora de que el gobierno ponga un alto a esta impresionante práctica", dijo este miércoles Diederik Lohman, investigador de ese grupo para la división de Europa y Asia Central.
"La indiferencia del gobierno ante esta práctica es increíble.
¨Cómo puede un gobierno que está tan interesado en su fuerza militar pasar por alto estas prácticas?", cuestionó Lohman, y exigió la adopción de estrategias efectivas para poner fin a las mismas.
El documento de la agrupación se basó en tres años de investigación de ese sistema de castigos conocido como dedovshchina en siete regiones de Rusia, incluida Cheliabinsk, Moscú, Novokuznetsk, Novosibirsk, San Petersburgo, Vladivostok, y Volgograd.
A lo largo de ese tiempo, Human Rigth Watch entrevistó a más de un centenar de conscriptos -que sirvieron en unas 50 bases-, así como a sus padres, funcionarios gubernamentales, abogados, ex militares y expertos de organizaciones no gubernamentales.
El sistema de abusos es un círculo de venganza, ya que tras sufrir los horrores en su primer año de servicio, al entrar en el segundo, ellos mismos se convierten en victimarios de aquellos de nuevo ingreso y cometen las mismas violaciones que padecieron.
Las ordenes de los conscriptos de segundo año, cuyo incumplimiento da lugar a graves castigos, van desde solicitar el boleo de las botas, abastecimiento de alcohol, cigarros y alimentos.
Sin embargo, la mayoría de los oficiales optan por ignorar la evidencia de los abusos y algunos más incluso por incitarlos, por considerar que contribuirán a mantener la disciplina.
El hecho de que el sistema de dedovshchina está muy presente en algunas unidades militares, y ausente en varias otras, sugiere que ese tipo de medidas que violan los derechos humanos de jóvenes reclutas pueden prevenirse, según el reporte.