07 de abril de 2004.
Ginebra, (EFE).- Representantes de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) y la madre de una de las víctimas denunciaron hoy los 300 asesinatos y las 500 desapariciones de mujeres en México ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, reunida actualmente en Ginebra.
La coordinadora de denuncias de la CMDPDH, Ximena Andión Ibáñez, recordó que habían denunciado en varias ocasiones los crímenes perpetrados en Ciudad Juárez ante varios relatores de la Comisión y precisó que dos de ellos encargados de Ejecuciones Extrajudiciales y de Independencia de Jueces y Abogados ya visitaron México.
Expresó, por ello, su esperanza de que ahora viaje a México la relatora especial de la ONU para la violencia contra la Mujer, la turca Yarin Ertürk, y examine la situación en Ciudad Juárez, estado de Chihuahua, donde unas 300 mujeres fueron asesinadas y otras 500 permanecen desaparecidas desde 1993.
Andión Ibáñez, que se reunió con varias organizaciones no gubernamentales que participan en la Comisión de la ONU, dijo que se reuniría con los relatores y expertos de varios países "para pedir el apoyo de la comunidad internacional" contra esos asesinatos, muchos de ellos todavía impunes.
La portavoz de la CMDPDH precisó que "son ya cerca de 400" los asesinatos perpetrados en Ciudad Juárez y advirtió del riesgo de que ahora esos crímenes se extiendan a la ciudad de Chihuahua.
También compareció Patricia Cervantes, madre de la joven Neyra Azucena Cervantes, de 19 años, desaparecida misteriosamente el pasado 13 de mayo en el centro de Chihuahua y cuyo cadáver lo encontraron dos niños, dos meses después.
Patricia Cervantes expresó su desconfianza en las autoridades judiciales y policiales de Chihuahua, porque "ni investigan ni saben nada"y yo, dijo, "lo único que quiero es saber la verdad".
También lamentó la detención de su sobrino, Miguel David Mesa Argueta, sospechoso del crimen tras haber realizado unas pruebas de ADN, pero la portavoz de la CMDPDH afirmó que el detenido "confesó bajo torturas", al igual que muchos de los otros de los otros sospechosos.
La madre de la víctima también denunció que su familia ha sido objeto de "persecuciones, malos tratos e incluso acusaciones de muerte".
Un informe de la Comisión de la ONU para erradicar la discriminación contra las mujeres destaca que las investigaciones sobre esos asesinatos están marcados por casos de "obstrucción, retraso en la búsqueda de desaparecidas, falsificación de pruebas, irregularidades en los procedimientos, presiones a las madres de las víctimas, negligencia y complicidad de funcionarios de policía y torturas para obtener confesiones".
El documento apunta que esa localidad próxima a la frontera con Estados Unidos es una "puerta abierta a la inmigración ilegal y el narcotráfico", donde prosperan el "crimen organizado, trata de blancas, blanqueo de dinero, proxenetismo y prostitución".
Los expertos de esa Comisión dicen que los testimonios recogidos dan fe de que los asesinatos, a menudo acompañados de violaciones y torturas, podrían estar relacionados con "tráfico de droga y de órganos, trata de blancas y grabación de vídeos pornográficos".
