Los paramilitares están agrupados en el Bloque Catatumbo y son acusados de al menos 211 homicidios individuales y 44 colectivos.
Bogotá, (Notimex).- El líder de las ultraderechistas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Salvatore Mancuso, y mil 400 de sus hombres entregaron hoy las armas en el marco del proceso de desmovilización del grupo paramilitar.
El acto, que contó con la verificación de la Organización de Estados Americanos (OEA), se realizó este viernes en la finca las Brisas de Sardinata, de la región de Tibú, con más de una hora de retraso por las lluvias que caen en la región.
Los mil 400 paramilitares, bajo el mando de Mancuso, están agrupados en el Bloque Catatumbo y son acusados de al menos 211 homicidios individuales y 44 colectivos, la mayoría de ellos en la zona fronteriza con Venezuela.
El delegado de la OEA, Sergio Caramagna, dijo que la nueva desmovilización de paramilitares, la más importante desde que se inició en julio pasado el proceso de desarme de las AUC, debe generar credibilidad en Colombia y el exterior.
"Hay sectores de la comunidad internacional que miran con comprensión el proceso, pero aún otros lo miran con desconfianza, el proceso tiene que ir creando credibilidad, ese es su gran reto", subrayó el diplomático.
Tanto Estados Unidos como la Unión Europea (UE) miran con recelo la desmovilización de las AUC, por considerar que podría dejar en la impunidad delitos atroces por las penas flexibles que se impondrán.
La ultraderecha armada, con fuertes vínculos con el narcotráfico, es acusada de múltiples violaciones a los derechos humanos, incluida la muerte de más de cuatro mil civiles, desde su creación en los aÑos 80.
El alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, aseguró durante el acto que con la entrega de Mancuso y sus hombres se está cumpliendo el cronograma convenido por las partes.
Las AUC, consideradas terroristas por Estados Unidos y la UE, acordaron con el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez la desmovilización de 13 mil milicianos antes de 2006, tres mil de ellos este año.
Un primer grupo de 450 hombres, del bloque Bananero, entregaron las armas el 25 de noviembre en Turbo y dos semanas después hicieron lo propio 150 integrantes del bloque Cundinamarca, en la localidad central de Yacopí.
Mancuso, quien dijo desmovilizarse sin ninguna exigencia ni contraprestación, será trasladado de nuevo al norteño poblado de Santa Fe de Ralito, sede del proceso de negociación, mientras se define un marco jurídico para resolver su situación legal.
El líder paramilitar enfrenta más de 20 procesos en Colombia por el asesinato de civiles y es reclamado además en extradición por el gobierno de Washington, para que responda por narcotráfico y lavado de activos.
Por ahora, las autoridades colombianas han descartado su envío a Estados Unidos en espera de que cumpla los compromisos adquiridos en el marco del proceso de desmovilización, a culminar en el 2005.
Grupos humanitarios han cuestionado la negociación que avanza con la ultraderecha armada en Colombia, por considerar que dejará sin castigo a los autores de delitos de lesa humanidad, como la matanza selectiva de civiles.
El gobierno colombiano ha planteado en un proyecto que será sometido a estudio del Congreso, 10 años de cárcel como pena máxima para quienes se desmovilicen, a lo que se oponen sectores políticos y sociales.