28 de enero de 2004.
Belo Horizonte, (EFE).- Un primer contingente de 277 brasileños deportados en masa de Estados Unidos como inmigrantes ilegales llegó hoy a Brasil, tras un engorroso proceso diplomático y legislativo.
El grupo llegó por la tarde a la ciudad de Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais (sureste), en un vuelo de la empresa portuguesa Air Luxor, fletado por el gobierno de Estados Unidos.
La repatriación es el resultado de un largo proceso emprendido por la Cámara de Diputados con ayuda del ministerio de Relaciones Exteriores, que apelaron ante el gobierno de Estados Unidos y lograron que los brasileños no fueran expulsados de ese país esposados como delincuentes.
Tras visitar presidios en los estados de Texas y Arizona, una comisión del Congreso brasileño logró negociar la repatriación de sus compatriotas que quisieran regresar por cuenta propia y que no tuvieran cuentas pendientes con la justicia de Estados Unidos.
La Policía Federal brasileña y autoridades aeroportuarias instalaron hoy un esquema especial de seguridad para recibir a los repatriados, con procesos especiales de aduana e inmigración y chequeos médicos.
El caso despertó la sensibilidad de los brasileños después que reportajes de televisión mostraron como sus compatriotas había sido sometidos a lo que calificaron como "groseras humillaciones" en la cárceles de Estados Unidos, donde fueron tratados como delincuentes.
Por lo menos tres vuelos más, contratados por el gobierno de Estados Unidos llegarán a Brasil hasta abril con 900 brasileños que reúnen condiciones para ser deportados, informó la Cámara de Diputados.
Según datos del legislativo brasileño, que cita a la Embajada de Estados Unidos en Brasilia, había registrados 1.627 brasileños detenidos por la inmigración estadounidense hasta el comienzo de las deportaciones masivas.
"Todo lo que fue convenido con el gobierno estadounidense fue garantizado de manera correcta y digna. El viaje transcurrió normalmente, con los brasileños demostrando sensibilidad y alegría", dijo el diputado Joao Mogno, citado por la Agencia de información del Congreso.
Este resultado positivo -afirmó- impulsará otras medidas políticas, diplomáticas y policiales "para resguardar los derechos de los ciudadanos brasileños en cualquier parte del mundo".
La situación de los brasileños en Estados Unidos es crítica, pero hay denuncias de problemas similares en Portugal, Paraguay y Surinam con brasileños pasando situaciones humillantes, según la información.
En 2003 fueron deportados 340 brasileños desde España, 120 de Italia y 180 de Estados Unidos, según datos recabados por la comisión del Congreso brasileño.