El jefe capitalino denunció que hay una intención de descalificarlo y hacerlo a un lado para el 2006, por lo que se va a defender.
18 de mayo 2004.
México, (Notimex).- El jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, indicó que la solicitud de juicio de procedencia en su contra que presentó la Procuraduría General de la República (PGR) es una maniobra política con miras a 2006.
En conferencia de prensa, subrayó que a pesar del nuevo obstáculo, continuará su esfuerzo por un proyecto alternativo de nación sea o no candidato a la presidencia de la República.
López Obrador destacó que su administración actuará de manera responsable frente a esta situación y que mantendrá su respeto a las instituciones.
Confió en que al final saldrá airoso de este nuevo conflicto porque, dijo, no he cometido delito alguno y porque insistió que a su administración le asistió la razón al recuperar predios, como "El Encino", que en gobiernos anteriores se entregaron a especuladores.
Destacó que seguirá trabajando a favor de los intereses de la ciudad y que no será factor de desestabilización en el Distrito Federal o en el país.
Precisó que su confianza se basa, en que no todo está podrido en el sistema judicial ni en la administración pública, pues señaló que hay jueces y servidores que actúan con apego a la ley y no por consigna de particulares o partidos.
Como se recordará, la PGR solicitó a la Cámara de Diputados el juicio de desafuero contra el jefe de gobierno del Distrito Federal por un presunto acto de desacato a una orden judicial.
Lo anterior tiene que ver con el predio "El Encino", ubicado en la zona de Santa Fe, que fue expropiado para la construcción de vialidades.
El Ejecutivo local negó haber incurrido en algún desacato y dijo que existen constancia actuarial que demuestra la suspensión de obras en en lugar. En este sentido, insistió en que el fondo del asunto es atacar al proyecto político que encabeza, y con el que, dijo, se busca terminar con los privilegios para unos cuantos.
Aclaró que a pesar de todo ésto, no desatenderá sus compromisos de gobierno con la ciudad, y que con una mano atenderá este asunto y con la otra seguirá trabajando.
López Obrador rechazó la posibilidad de que con este nuevo ataque vaya a romper con el gobierno federal, pues consideró que sólo se trata de un nuevo obstáculo que vencerá al final, "es parte de la confrontación política propia de toda democracia", puntualizó.
Aclaró que no habrá negociación alguna pero que tampoco se cierra a la posibilidad de negociar con el presidente de la República, Vicente Fox, y que seguirá actuando de manera institucional y respetuosa.
Sin presentar pruebas, el Jefe de Gobierno capitalino señaló a militantes del Partido Acción Nacional (PAN) como Diego Fernández de Cevallos, Antonio Lozano Gracia y Juan Miguel Alcántara Soria, como principales promotores de lo que asegura es nuevo ataque en su contra.
Alcántara Soria, precisó, es quien pretendió negociar con su administración los predios La Rosita, La Mexicana, El G-2 y otros.
Calificó de un asunto de mal gusto que ciertos funcionarios y políticos utilicen a las instituciones para desacreditar a sus adversarios, como en este caso, pues destacó que "la decisión de si alguien debe ser o no presidente de la República, le corresponde a la gente, como en toda democracia".
En su opinión, lo que más molesta a sus adversarios es que no han podido con él y su administración, "de acuerdo con lo que se ha publicado, sin meternos en la contienda política, seguimos arriba y eso es lo que desespera y atemoriza mas a nuestros contrincantes.
Bueno, sólo hay una encuesta donde estamos en segundo lugar que es en aquella en la cual me gana el doctor Simi", finalizó entre risas de más de medio centenar de reporteros.
En la conferencia de prensa estuvieron también el procurador capitalino, Bernardo Bátiz; el secretario de Seguridad Pública, Marcelo Ebrard; el secretario de Gobierno, Alejandro Encinas y el subsecretario de Gobierno, Martí Batres.