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MÉXICO, DF.- El sistema impositivo en México desalienta a los inversionistas extranjeros, porque deben enfrentar altos costos fiscales para establecerse en el país, consideró el contador público Pablo Mendoza García.
Designado ya para ocupar la presidencia del Instituto Mexicano de Contadores Público (IMCP) para el período 2004-2005, comentó que a nivel mundial hay una férrea competencia para atraer inversionistas, en costos de mano de obra, de fletes y acarreos, así como fiscales.
Cuando alguien quiere invertir analiza la estructura fiscal, y en México se encuentra con que tiene que pagar utilidades más impuesto, es decir 33 por ciento más diez por ciento; mientras que en China sólo deberá cubrir 15 por ciento, comentó.
“Tenemos que ser muy competitivos y buscar tasas impositivas que también sean muy acordes a los mercados internacionales, porque por márgenes de utilidad los inversionistas miden eficiencia, eficacia, costos incluyendo los impositivos”, agregó.
De ahí que el actual vicepresidente general del IMCP proponga bajar la tasa del Impuesto sobre la Renta para las empresas del 33 por ciento actual a 28 por ciento, nivel que sería competitivo, permitiría recuperar inversiones y, en consecuencia, una derrama económica que aumentaría la recaudación.
Con motivo de la LXXXI Convención del IMCP, del 27 al 29 de octubre en Los Cabos, Baja California Sur, en donde será designado presidente de los contadores públicos, Mendoza García comentó que el tema de la reforma fiscal que necesita México ya está “politizado”.
No obstante, cualquier partido político que quiera el gobierno federal en las próximas elecciones presidenciales que se realizarán en 2006, debe estar conciente de que la reforma fiscal será el motor para que el país logre una viabilidad económica, advirtió.
Los tres partidos políticos más grandes empiezan a entrar a ese proceso de concientización sobre la reforma fiscal, y la necesidad de aprobarla independientemente de qué partido logra la Presidencia, ya que es una reformas estructural necesaria para el país, acotó.
Para el IMCP lo deseable es que entre los cambios fiscales para 2005, por lo menos se apruebe la reducción en las tasas del Impuesto sobre la Renta (ISR) y la aplicación de una tasa de cuatro por ciento en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) para alimentos, y que en 2006 se logren otras modificaciones fiscales.
Sin embargo, en su opinión, los cambios fiscales propuestos por el Ejecutivo federal dentro del paquete económico para 2005 son “neutros”, ya que por un lado promueve inversiones, pero por otro neutraliza los beneficios.
Recordó que los cambios fiscales para el año próximo proponen bajar gradualmente la tasa del ISR empresarial en 30 por ciento en 2005, hasta llegar a 28 por ciento en 2007, lo que genera una gran promoción para invertir en México.
Pero a la par se planten reformas que neutralizan este beneficio, como la homologación del ISR que los patrones pagan al Infonavit y al Instituto Mexicano del Seguro Social, con lo que se incrementan los costos para las empresas.