Berlín, (Notimex).- Investigadores biotécnicos alemanes desarrollaron una nueva sustancia que reactiva la producción de insulina en el cuerpo humano y que podría convertirse en un nuevo método en el tratamiento de la diabetes de tipo uno.
Científicos de la empresa alemana de G”ttingen Develogen AG comenzaron por primera vez la investigación del tratamiento de la enfermedad desde donde surge el mal, es decir, en las células enfermas.
El resultado fue el "desarrolló de dos sustancias activas "muy prometedoras"para combatir la diabetes, declaró el presidente de la Sociedad del Instituto Max Planck, Peter Gruss y miembro de Develogen AG, fundada en 1997.
Los enfermos de diabetes tipo uno poseen un fallo en su sistema auto-inmunológico que les provoca un colapso total de su propia producción de insulina, por lo que deben inyectarse insulina de forma continua a lo largo de su vida.
Su organismo contempla sus propias células productoras de insulina como intrusas extrañas y las elimina con ayuda de otras células destructoras.
Los científicos explicaron que los pacientes, cuyo cuerpo no puede fabricar más su propia insulina, se ven obligados durante toda la vida a inyectarse diariamente esta hormona y suministrarsela así de forma artificial.
La enfermedad de glucosa en la sangre, cuyos síntomas típicos son sed desmedida, micciones frecuentes, pérdida de peso y decaimiento, se manifesta después de que alrededor del 80 por ciento de las células productoras de insulina han sido destruidas.
Existen intentos de aplazar de forma importante la dosis necesaria de insulina o incluso de evitarla, en los que se administra una terapia inmuno-supresiva, mientras las células productoras todavía son capaces de producir su propia insulina.
Sin embargo, estos comienzos terapéuticos se encuentran aún en una fase experimental, según representantes de Develogen.
En sus experimentos descubrieron que el llamado gen PAX-4 puede transformarse en células productoras de insulinal, explicó el director científico de Develogen, Cord Dohrmann, a medios alemanes.
Agregó que en experimentos con ratones los científicos observaron un índice considerable de regeneración de las células productoras de insulina.
Para activar este gen especial, se necesita sin embargo un truco: "en primer lugar la dosis de pequeñas moléculas hace que, a través de un complejo mecanismo, la sustancia de las células base se convierta en células productoras de insulina", apuntó Dohrmann.
De esta forma se evitan problemas éticos, porque en comparación con otras terapias con células base, estas células sólo se activan directamente en el interior del organismo, y este hecho lo considera Dohrmann como un "útil efecto secundario".