AGENCIAS
BAGDAD, IRAK.- La violencia se repitió ayer durante todo el día en la asediada Fallujah, con bombardeos discontinuos, después de la dura ofensiva emprendida anoche por las fuerzas de ocupación que desde hace tres semanas cercan la ciudad, en el cumpleaños número 67 del ex presidente Saddam Hussein.
Durante toda la tarde, potentes explosiones se escucharon en diferentes puntos de la ciudad, seguidas de densas columnas de humo y continuos tiroteos, bajo el incansable sobrevolar de los helicópteros artillados de combate.
Según la cadenas de televisión árabes por satélite Al Yazzera y Al Arabiya, los ataques dejaron decenas de muertos sobre el terreno, información que no ha sido confirmada ni desmentida por otras fuentes.
Los canales mostraron imágenes de desafiantes pobladores de la ciudad, armados con fusiles y pistolas, mientras leían un panfleto en el que se ofrecía una recompensa de diez mil dólares por la caza del secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld y los generales estadounidenses Ricardo Sánchez y Mark Kimmitt.
También, insurgentes enmascarados y jóvenes con el rostro descubierto quemaban la nueva bandera de Irak adoptada por el Consejo de Gobierno provisional iraquí.
Pese a la violencia, el portavoz en Bagdad de las tropas ocupantes, Mark Kimmitt, insistió en que continúan las negociaciones para restablecer el alto el fuego, desarmar a los insurgentes y evitar un baño de sangre.
El general norteamericano negó que las tropas de su país hayan roto el alto el fuego unilateral que establecieron el pasado diez de abril, pese a la dura ofensiva lanzada el martes.
Los marines norteamericanos, que cercan la ciudad desde el pasado cinco de abril, utilizaron artillería pesada y aviones de combate tipo AC-130 durante una fuerte ofensiva nocturna contra Fallujah, a unos cincuenta kilómetros al oeste de Bagdad.
Al amanecer, se podían ver media docena de inmuebles que habían quedado prácticamente destruidos, mientras que los hospitales sólo habían recibido dos heridos.
Sin embargo, el número de víctimas se cree mayor, ya que los insurgentes no evacúan a sus heridos a los centros hospitalarios por temor a que sean capturados por las tropas de ocupación.
Los oficiales que dirigen el asedio confirmaron que el objetivo era incrementar la presión sobre el líder radical shii Muqtada al Sader, al que buscan “vivo o muerto” y que se refugia en los santuarios de la ciudad.
Mientras que el depuesto de Irak, Saddam Hussein, paso ayer su 67 cumpleaños dentro de una prisión, por primera vez en su vida y en su anterior onomástica estuvo oculto en algún lugar de su país mientras era el hombre más buscado del mundo.
Las autoridades estadounidenses mantienen bajo revisión un mensaje enviado por el depuesto presidente a sus hijas, informó ayer el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que se reunió con él la víspera a su cumpleaños.
La vocera del CICR en Amman, Nada Doumani, informó ayer que en la reunión celebrada la víspera entre dos representantes de ese organismo y Hussein en un lugar no revelado de Irak, éste les entregó un mensaje para sus dos hijas que radican en Jordania.
Doumani indicó que el reciente mensaje de Hussein está siendo analizado por censores estadounidenses antes de entregarlo a sus destinatarios, un procedimiento al que son sometidos todos aquéllos que envían los prisioneros de guerra.
La vocera del CICR declinó comentar sobre el contenido de la misiva aunque señaló que de acuerdo con las reglas del organismo que representa, los prisioneros sólo pueden tratar asuntos personales en sus cartas, según el reporte oficial captado en esta capital.
Los cumpleaños de Hussein cuando era presidente de Irak se celebraban con una jornada de fiesta nacional y el dictador gastaba millones de dólares en los festejos, pese a las estrecheces en que vivía el país tras la imposición de sanciones desde la Guerra del Golfo, mientras que ayer los festejos brillaron por su ausencia en Irak, en especial en Tikrit –la ciudad natal del ex Mandatario-, donde las tiendas permanecían abiertas y los soldados estadounidenses ordenaron que se mantuvieran cerradas las escuelas y las universidades.