La esposa del presidente asegura que en el 2006 buscará una vida familiar.
12 de julio 2004.
México (SUN-AEE).-La esposa del presidente Vicente Fox, Marta Sahagún, anunció este lunes en la residencia oficial de Los Pinos que no será candidata a la Presidencia de la República.
Sahagún de Fox aseguró que éste es el momento propicio para las grandes decisiones “y esta es mi decisión”.
Fue en el salón Manuel Ávila Camacho, de la Residencia Oficial de Los Pinos, donde la esposa del Mandatario acabó con las especulaciones sobre su futuro político pero, también, dejó claro que en su condición de Primera Dama mantiene íntegros todos y cada uno de sus derechos, como mujer y como ciudadana.
“Es tiempo de conciliar y de analizar con objetividad lo que sucede en realidad, lo he dicho y lo reitero: México está preparado para ser gobernado por una mujer. No obstante, quiero afirmar que no seré candidata a la Presidencia de la República”, dijo tajante Marta Sahagún, ante un centenar de periodistas de medios nacionales y extranjeros.
En un breve mensaje, hizo énfasis en su “absoluta admiración y lealtad a Vicente Fox” y, categórica, sostuvo que nunca ha intervenido ni intervendrá en decisiones institucionales que sólo competen al Presidente de la República.
Sahagún de Fox también aclaró que, a partir del 1 de diciembre del 2006, “iremos juntos a casa, a disfrutar de nuestra familia, sin que ello signifique renunciar jamás a mi compromiso con los más desprotegidos”.
La esposa del Mandatario, quien no aceptó preguntas y estuvo sola frente a los reporteros para dar a conocer su futuro político, expresó su respeto incondicional al Ejecutivo federal y a sus instituciones, y que su convicción de seguir trabajando por el bienestar común se sostiene en principios y valores bien cimentados.
“Ambos están más allá de candidaturas y coyunturas”, dijo Sahagún de Fox, quien aprovechó para decir que junto con el Presidente forman un matrimonio solidario, que se apoya y que sabe respetar la individualidad de sus espacios profesionales”.
TEXTO ÍNTEGRO DEL DISCURSO
En primer lugar reitero mi absoluta admiración y lealtad a Vicente Fox.
Es un hombre cuya autoridad moral es incuestionable.
México sigue en la ruta del cambio. La crítica abierta, el respeto a la diferencia y el debate intenso son muestra de que las libertades se ejercen sin límites.
Así es hoy la democracia. Es tiempo de conciliar y de analizar con objetividad lo que sucede en realidad.
Lo he dicho y lo reitero: México está preparado para ser gobernado por una mujer.
No obstante quiero afirmar que no seré candidata a la Presidencia de la República.
La realidad reclama a más mujeres en todos los espacios de decisión en los ámbitos político, económico y social.
En los tiempos del cambio, la equidad no debe quedar atrapada en las palabras.
Continuaré mi lucha a favor de las mujeres.
Los mexicanos deben saber que mi condición de Primera Dama mantiene íntegros todos y cada uno de mis derechos, como mujer y como ciudadana.
Estoy consciente de mis responsabilidades, también de los límites que impone nuestro momento histórico. El momento es propicio para las grandes decisiones. Ésta es la mía.
El futuro de México es mi más alta prioridad.
La convicción que tengo de seguir trabajando por el bienestar común se sostiene con principios y valores bien cimentados.
Ambos están más allá de candidaturas y coyunturas.
Expreso mi respeto incondicional al Presidente de la República y a las instituciones.
De la misma manera, reafirmo mi compromiso con los ideales de mi partido.
Muy queridos amigos y amigas:
El Presidente y yo formamos un matrimonio solidario, que se apoya y que sabe respetar la individualidad de sus espacios profesionales.
En este sentido quiero dejar claro que nunca he intervenido o intervendré en decisiones institucionales que sólo competen al Presidente de la República.
El primero de diciembre de 2006 terminará un ciclo más de mi vida, compartido al lado de mi esposo, el Presidente Vicente Fox.
Habrá sido una etapa vivida con toda intensidad en la lealtad, el servicio y el amor.
A partir de esa fecha iremos juntos a casa, a disfrutar de nuestra familia, sin que ello signifique renunciar, jamás, a mi compromiso con los más desprotegidos.
Muchas gracias.
