EFE
BAGDAD, IRAK.- La ONU descartó ayer la celebración de elecciones directas en Irak antes de junio, un veredicto que apoya la tesis de Estados Unidos y rechaza la petición de la mayoría shii.
Poco antes de que el enviado de la organización, el argelino Lajdar Ibrahimi, considerara “improbable” la convocatoria de los comicios en ese plazo, sus propios portavoces habían advertido que la llamada a las urnas era, en la actualidad, “imposible”.
Aunque subrayó que lo más deseable es que las elecciones se celebren cuanto antes, Ibahimi apunto después, en rueda de prensa, que primero se deben las circunstancias mínimas” para realizarlas, además de un “marco legal, algo inexistente actualmente en Irak”.
El enviado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aludió también a que ni siquiera ahora existe un censo: “habrá que buscar una fórmula para dotar a todas las personas de documentos de identidad antes de votar”, indicó.
Ibrahim se mostró, no obstante, esperanzado ante la posibilidad de que todas las partes iraquíes se pongan de acuerdo sobre la cuestión electoral, ante la divergencia entre shiíes y suníes sobre la conveniencia de la convocatoria a las urnas.
“Después de lo visto y oído soy optimista sobre que podamos alcanzar una propuesta que refleje los deseos del pueblo”, precisó.
Ibrahimi se refirió asimismo a la situación de inestabilidad que vive Irak, y advirtió del riesgo de una guerra civil que podría desembocar en una “libanización” del país.
“Existen peligros muy reales, tenemos que ser muy cuidadosos”, dijo Ibrahimi, quien respecto a los planes de la ONU aseguró “que el trabajo está siendo muy intenso y muy fructífero”.
La ONU retiró a todo su personal a mediados de septiembre pasado, casi un mes después de que su sede en Bagdad fuera destruida por un atentado suicida que dejó 22 muertos, entre ellos el representante de la organización en Bagdad, Sergio Viera de Mello.
Con sus declaraciones, Ibrahimi puso fin ayer a su misión de una semana en Irak, adonde llegó para evaluar la viabilidad de celebrar comicios antes de que las autoridades de la coalición traspasen el poder a un Gobierno local, el próximo 30 de junio.
La convocatoria en breve de elecciones por sufragio universal fue exigida por el máximo líder shii, el gran ayatolá Ali Sistani -líder espiritual de más del sesenta de la población-, cuya petición fue ya sin embargo rechazada por el administrador civil de Irak, el diplomático norteamericano Paul Bremer y representantes de la minoría suní, que por una mera cuestión aritmética se oponen a unos comicios que darían el poder a la comunidad religiosa rival.
Ante la postura expresada por el representante de la ONU, queda no obstante por conocer la reacción de Ali Sistani y otros dirigentes espirituales shiíes, que habían depositado todas sus esperanzas en que la mediación de las Naciones Unidas lograra acelerar el calendario del traspaso de poder vía la convocatoria a las urnas.
La recomendación final de la misión enviada por la ONU a Irak se dará a conocer a mediados de la semana que viene en Nueva York y, mientras tanto, la parte técnica del equipo continuará trabajando “con todos los grupos sociales, en las universidades y los diferentes partidos políticos”, concluyó Ibrahimi, que no ocultó que el objetivo final es el regreso de la organización a Irak.
