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MÉXICO, DF.- La relación comercial entre Cuba y México no sufrió “ningún deterioro” por las circunstancias que motivaron al gobierno mexicano a reducir el acercamiento con la isla, dijo el secretario de economía mexicano, Fernando Canales.
“El riesgo para las inversiones cubanas en México y mexicanas en Cuba no corren ningún peligro. La relación sigue como siempre entre los dos países”, aseguró.
En rueda de prensa precisó que la relación comercial (inversión, financiamiento, cooperación, transporte aéreo, transporte marítimo) no tiene ningún deterioro.
Incluso destacó que el pacto de San José, en materia energética, continúa sin ningún cambio. el intercambio perdura.
Asimismo, dijo que la situación de deuda que enfrenta el Gobierno de La Habana con México sigue sus cauces normales.
Destacó que la instrucción del presidente Vicente Fox fue de continuar con la relación económica, sin contratiempos, sin cortapisas; incluso elevar el volumen en todos los frentes y en espera a que los impedimentos políticos se superen para continuar trabajando con Cuba.
Explicó que las inversiones de ambas partes están garantizadas por el Acuerdo de Protección y Promoción Recíproca a las Inversiones (APPRI), instrumento que firmaron los gobiernos de ambos países en años atrás.
Por su parte, líderes empresariales aplaudieron la decisión del presidente Vicente Fox de distanciar la relación entre México y Cuba y retirar a sus embajadores respectivos ante la intromisión constante del presidente cubano Fidel Castro en asuntos internos del país.
Héctor Rangel Domene, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), aseveró que la decisión de Fox fue acertada y valiente, ya que puso un “hasta aquí” a las continuas ofensas e intromisiones de Castro en asuntos que conciernen a los mexicanos.
“Déjeme decirle primero que aplaudimos la decisión del presidente Fox. Creo que es una decisión correcta, ya que eran un exceso las intromisiones, además (Castro) no tiene autoridad moral para hablar de democracia y de derechos humanos”, sostuvo.
Rechazó algún tipo de impacto comercial o económico, ya que prácticamente no existe una gran relación y la inversión es marginal.
“Aún así no es un rompimiento de las relaciones bilaterales sino sólo un extrañamiento y un retiro de los embajadores respectivos, pero el turismo seguirá fluyendo y el comercio igual”, dijo.
Destacó que ahora le corresponde al gobierno cubano reflexionar y cambiar su actitud y ver si le conviene o no regresar a su embajador a México.