WASHINGTON, (Reuters) - Ni el sarampión ni las paperas ni la vacuna contra la rubéola ni los preservativos con base de mercurio, utilizados en las inmunizaciones infantiles, causan autismo, informó un panel de salud de Estados Unidos.
Investigadores y padres que tratan de hallar cuáles son las causas del autismo y su aparente resurgimiento, deben buscar indicios en otra parte, dijo el panel del Instituto de Medicina.
"La aplastante evidencia de varios estudios bien diseñados indica que las vacunas infantiles no está vinculadas al autismo", dijo en un comunicado Marie McCormick, experta en salud materno-infantil de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard.
Los mismo es válido para el preservativo con base de mercurio, llamado timerosal, que se usa a menudo en vacunas, según el panel.
"Recomendamos firmemente que continúen las investigaciones para descubrir la causa o causas de este trastorno devastador", dijo McCormick, presidente del panel.
"Los recursos se usarían con mayor eficacia si se dirigieran hacia las vías de investigación que ofrecen mayores promesas de respuestas. Sin evidencia de apoyo, la hipótesis de la vacuna no es promisoria", añadió.
El autismo puede afectar la capacidad de aprendizaje de un niño, así como el habla y su funcionamiento en sociedad. Este trastorno se diagnostica a menudo cuando los niños suelen comenzar a hablar a la edad de dos o tres años.
Como el autismo se suele diagnosticar cuando los niños reciben muchas de las 18 vacunas recomendadas, algunos grupos creen que estas inmunizaciones son las responsables de la enfermedad.
