Madrid, (EFE).- Un equipo de investigadores españoles ha logrado descifrar el funcionamiento del distroglicano, una proteína presente en enfermedades raras como el síndrome de Walker-Warburg (WWS), el de músculo-ojo-cerebro o la distrofia muscular de Fukuyama.
El trabajo, que publica la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), está dirigido por Jesús Cruces, del Instituto de Investigaciones Médicas "Alberto Sols" del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), quien explicó las conclusiones del estudio.
Para un correcto funcionamiento de la proteína distroglicano, ésta debe estar revestida de moléculas de azúcar que obtiene en un proceso denominado "glicosilación".
Si ese proceso es anómalo, el primero de los genes que debe "glicosilizarse", el Promt1, se expresará de forma defectuosa y se traducirá en una malformación muscular y neuronal letal para el embrión.
"La ausencia de los azúcares hace que las células no se adhieran correctamente a la matriz extra celular y se dañan fácilmente", explicó Cruces.
Si no se produce la "glicosilación" correcta del distroglicano, aparecen enfermedades como el síndrome Walker-Warburg, una alteración congénita y hereditaria del desarrollo del sistema nervioso central (sistema formado por el encéfalo y la médula espinal), que conduce a alteraciones severas en la función neurológica.
Esa grave enfermedad, que lleva aparejada distrofia muscular y malformaciones del cerebro, como la lisencefalia (ausencia de dobleces en el cerebro) o la hidrocefalia, provoca la muerte del bebé en un período máximo de dos años.
El estudio de Cruces intenta comprender el mecanismo y las funciones de "glicosilación" de la proteína y averiguar si esta enzima se puede sustituir por otra.
El proceso en el ratón no se produce igual que en el humano, ya que el animal, a diferencia del hombre, tiene la membrana de Reichert's, que es fundamental en el desarrollo embrionario y para cuya formación es imprescindible el distroglicano.
La membrana de Reichert's se forma completamente al quinto día de gestación del ratón, pero si no se forma por la inhibición de la "glicosilación" el embrión muere.
En el caso de los niños, si el distroglicano no está formado correctamente o "activado", no cumple su función y no se une a la célula adyacente y en el caso de las neuronas no hay migración celular, lo que provoca una lisencefalia o una hidrocefalia.
En humanos, al no existir la membrana de Reichert's, aunque no se produzca la "glicosilación", el embrión sigue el desarrollo, pero cuando empiezan a formarse los músculos y el cerebro, se produce una malformación no compatible con la vida.
Actualmente, el equipo de Cruces estudia en ratones condicionales, a los que se les introduce el gen Promt1 mutado y se genera la orden para que el distroglicano no se "glicoside" en un tejido determinado, por lo que el gen sufre una mutación que produce malformaciones controladas.