Desconfía el jefe de gobierno de las garantías que ofreció el Ejecutivo para que su proceso de desafuero se resuelva de manera imparcial.
30 de septiembre 2004.
MEXICO, D.F., (SUN-AEE).- Aunque dijo que fue útil el encuentro con el presidente Vicente Fox, el jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, dijo no confiar en las garantías que ofreció el Ejecutivo Federal para que su proceso de desafuero por el predio El Encino se desarrolle con total imparcialidad.
"Tenemos que actuar de manera precavida, si estoy diciendo que es un asunto político ni modo que yo diga confío, o sea no, o sea yo tengo mi punto de vista, respeto la visión de presidente... quien me diga que es un asunto estrictamente
jurídico, pues lo que haría yo en una conversación de este tipo es decir que respeto su punto de vista, pero no lo comparto", precisó.
Aseguró que va a defender, como cualquier ciudadano, pues "no soy de los que acepta dócilmente una condena injusta", por lo que no descartó protestar, pero se dijo partidario de la resistencia civil pacífica, no de la violencia, "que no significa quedarnos con los brazos cruzados", advirtió.
López Obrador no respondió si le incomodo la presencia de Santiago Creel, secretario de Gobernación, y Eduardo Sojo, coordinador de Políticas Públicas de Presidencia, o si salió satisfecho del encuentro.
Recordó que él quería un encuentro sin intermediarios, "pero el presidente tiene derecho de invitar a sus colaboradores, además fui a su casa, ni modo que yo no aceptara; cuando uno lo reciben en algún lado, tiene uno que aceptar esas condiciones, además, dije lo que quería expresar.
En torno, a la participación de Creel Miranda, el jefe de gobierno dijo que sólo intervino en una ocasión para hablar de la cuestión jurídica, la idea de que el político tabasqueño debe demostrar las presuntas irregularidades sobre el proceso por el presunto desacato a una orden judicial.
Dijo que en la plática con el presidente, le recomendó que consulte a abogados para que le expliquen el procedimiento, pues insistió en que se trata de un asunto con intenciones de hacerlo a un lado en las elecciones presidenciales del 2006.
Denuncia campaña de asedio
López Obrador aseguró que hay una campaña de asedio, de acoso, contra la administración local y el jefe de gobierno, la cual inició desde el año pasado e incluso, dijo que la reforma constitucional para incorporar al DF en la participación de recursos para educación forman parte de esta estrategia.
López Obrador, reiteró hoy su inconformidad porque no tuvo la oportunidad de hablar a solas con el presidente Vicente Fox, como lo había solicitado.
Admitió que a fin de cuentas estaba en casa ajena y tenía que respetar las reglas.
"Yo había dicho que quería un encuentro sin intermediarios, pero el presidente tiene derecho de invitar a sus colabores.
Además fui a su casa ni modo que yo no aceptara... cuando a uno lo reciben tiene que aceptar esas imposiciones", indicó.
Dijo que expresó al presidente Fox el asedio político y acoso contra su gobierno y que en Presidencia le contestaron que el proceso de desafuero no es un asunto político.
"Hay muchas maneras de protestar. Yo soy partidario de la resistencia civil pacífica, de la no violencia, que no significa quedarnos con los brazos cruzados", señaló.
Adelantó que se enfocará a su defensa, pero no va a dejar de lado su responsabilidad como jefe de gobierno. El jefe de gobierno aclaró que él nunca intentó generar expectativas sobre el encuentro.
Consideró "decepcionante" el encuentro que sostuvo anoche con el presidente Vicente Fox, porque su alcance fue limitado por la presencia del secretario de Gobernación, Santiago Creel, "quien defiende ya intereses propios".
