San José, (EFE).- Un costarricense de 33 años se suicidó después de matar y descuartizar a su esposa, una nicaragüense de 27 años que llevaba siete meses de embarazo, dijeron fuentes oficiales.
El primer hallazgo relacionado con los hechos ocurrió cuando se encontró al hombre, de apellidos Handal Redondo, muerto en el baño de su casa en la comunidad de San Sebastián, al sur de San José, con un balazo de escopeta en la cabeza y el arma a su lado.
Tanto el hombre como su esposa, de apellidos Marbel Pineda, habían sido dados por desaparecidos por sus familiares días anteriores.
Pero la madre del hombre, un estudiante de medicina, entró a la casa de éste con la policía y lo encontraron muerto.
Las autoridades continuaron la búsqueda de la mujer, quien trabajaba en un puesto de comida, y encontraron un corazón humano y una placenta en la vivienda, donde también hallaron trozos de piel y cabello, por lo que concluyeron que ella había sido descuartizada.
El feto de siete meses apareció enterrado en el patio de una casa en la provincia de Cartago, unos 23 kilómetros al este de San José.
La vivienda es propiedad de los padres de Handal.
Las autoridades presumen que el cuerpo de la nicaragüense también se encuentra enterrado allí, pero no ha sido localizado.
Hasta el momento, se desconocen las razones del crimen, pero vecinos de Handal dijeron a la prensa local que era una persona "agresiva y extraña", que en más de una ocasión amenazó con una pistola y hasta con una sierra eléctrica a otros habitantes de la comunidad.
Indicaron también que era normal escuchar fuertes discusiones en la casa donde vivía la pareja, que llevaba cerca de un año de matrimonio y un mes de separación