EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Los videos como elementos de prueba para acusar, aparecieron ayer por primera vez en una Sesión de Cabildo. En la parte de asuntos generales de la Sesión Ordinaria, la regidora por el PRI, Raquel Aguilar Aguilar, solicitó que se proyectara una videograbación a todo color, nítida, donde el chofer del Alcalde, Benito Mata Peña, utiliza un vehículo oficial, supuestamente fuera de horas de trabajo.
El señalamiento de la regidora fue porque según la fecha del video, el jueves de Semana Santa, en horas inhábiles, la persona en cuestión se encontraba en la población de Cuencamé, Durango, acompañado de su familia.
El señalamiento de la regidora priista fue contundente, “manejaba un vehículo oficial fuera de horas de trabajo, en días inhábiles y en un estado donde actualmente se desarrollan campañas electorales”.
Ella afirma que el caso de Benito Mata es la constante, funcionarios y empleados municipales de diversas dependencias utilizan las unidades automotrices, con todo y logotipo oficial, para atender asuntos personales y pasear a la familia.
Dejó el video como prueba de sus afirmaciones, todos los regidores lo observaron y luego tomó la palabra la regidora por el PRD, Esperanza Rodríguez Lomas, quien indignada, solicitó se abra una investigación que fue asentada en actas.
Fue el primer regidor, René Nahle Aguilar, quien de alguna manera se comprometió atender este asunto al asegurar, “bueno, ya todos vimos y se atenderán los señalamientos”, dieron por terminada la reunión y se retiraron.
Explicación
“Háganmela buena”, dice Benito Mata Peña, chofer particular del alcalde, Guillermo Anaya, al responder a las imputaciones de la regidora por el PRI, Raquel Aguilar y quien en la mañana lo acusó de utilizar vehículos oficiales fuera de horas de trabajo.
Dice que gana poco más de cinco mil pesos al mes y se encarga de la atención personal del Alcalde desde hace poco más de año y medio. Responde en tono jocoso que no le gustaría que lo compararan con el chofer de Manuel López Obrador.
Explica que fue en Semana Santa cuando acudió a la población de Cuencamé, Durango con el fin de llevar unas medicinas para familiares de su esposa, “mi suegra se encontraba enferma y yo no podía llevar mi vehículo porque lo tenía en el taller”. Admite que sí conducía una camioneta propiedad del Ayuntamiento. Asegura que cuenta con la factura donde pagó la gasolina de su bolsa y el viaje no fue superior a las tres horas.
Justifica que fue una situación de emergencia la que lo llevó a hacer ese viaje, pero no es frecuente que haga eso, ya que a Cuencamé, Durango, “no voy ni a las gorditas”.