AGENCIAS
MADRID, ESPAÑA.- Un mes después de la trágica masacre ocurrida en Madrid, las investigaciones continúan abiertas, sin descartar ninguna conexión internacional de la célula que se suicidó en Leganés.
Las líneas de la investigación policial han puesto sobre la mesa posibles conexiones internacionales. La más probable, la pista marroquí. A los miembros de la célula terrorista detenidos (y a los que se hicieron estallar en Leganés) se les relaciona con el llamado Grupo Islámico Combatiente Marroquí, al que se ha señalado como una “antena” de Al Qaeda en Marruecos, compuesta por antiguos “afganos marroquíes” formados en los campos de entrenamiento de esta organización en Afganistán y Paquistán.
Asimismo y según los interrogatorios de los arrestados, algunas conexiones se bifurcan hasta Alemania e Irak. Ciertas fuentes han apuntado a relaciones con el grupo integrista iraquí Ansar al Islam, aunque no se han aportado pruebas concluyentes al respecto.
Según el diario británico “The Sunday Telegraph”, las redes islamistas francesas también podrían estar implicadas. El rotativo londinense asegura que la financiación del 11-M salió de los robos en bancos y cajeros automáticos franceses.
El rotativo dice que los investigadores creen que las células que operaban en España, integradas sobre todo por marroquíes, recibieron miles de euros del extranjero, lo que indicaría que los atentados del 11-M resultaron de una operación internacional.
La Policía francesa detuvo la semana pasada a Mustafá Baouchi, un marroquí que había estado en los campos de entrenamiento de Al Qaeda en Afganistán y que es conocido por su destreza en la electrónica.
Baouchi falsificó tarjetas bancarias con la información obtenida mediante diminutas cámaras instaladas en los cajeros, explica “The Sunday Telegraph”, que cita a fuentes europeas de la investigación.
Los duplicados de las tarjetas se utilizaban para sacar dinero. Además, Baouchi y su banda robaron varios bancos. En uno de ellos trabajaba como guarda de seguridad su hermano Hassan, que está entre los seis sospechosos detenidos hace unos días por las autoridades francesas.
Una fuente de las fuerzas de seguridad declaró al periódico que los detenidos son “gente entrenada en Afganistán para ejercer de líderes de la red, efectuando diferentes tareas en diferentes países, como recaudar fondos en Francia”.
Asimismo, otras informaciones se hacen eco del carácter de suministrador de la célula perpetradora del 11-M. En ese sentido, los miembros de ésta habrían procedido a varios envíos clandestinos de circuitos electrónicos destinados a la fabricación de bombas con destino a Argelia. Este material lo obtendrían de viejos electrodomésticos, con lo que no levantaban grandes sospechas.
Mientras tanto, el dispositivo de seguridad continúa activo en toda España, a pesar del final del periodo crítico de Semana Santa. Tras conocerse los preparativos para un nuevo atentado por parte de la célula inmolada, se especuló con que el objetivo elegido hubiera sido una de las masivas procesiones o el ataque contra un centro comercial cercano a la calle Martín Gaite, Parquesur. A pesar de la tranquilidad de la semana pasada, no se piensa en bajar la guardia.