Señala contrabando de crudo la primer ausditoría realizada sobre la gestión de Estados Unidos en ese país.
EL PAÍS
Miami, EU.- La primera auditoría sobre la gestión de Estados Unidos del Fondo para el Desarrollo de Irak concluye que aunque todos los ingresos de venta de petróleo se han contabilizado, el sistema de registros ha estado “abierto a actos fraudulentos”, por “falta de controles suficientes”. En concreto señala “el contrabando de desconocidas cantidades de petróleo en las exportaciones realizadas durante los primeros meses” de la invasión de Irak.
Lamenta asimismo la falta de cooperación del que fuera administrador de EU, Paul Bremer, en la entrega de documentos sobre los pagos a Halliburton, la empresa que dirigió el vicepresidente Dick Cheney hasta asumir el cargo. La auditoría ha sido realizada por la empresa KPMG, por encargo de la Junta Internacional de Seguimiento y Consejo, creada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con el fin de que supervisara la gestión de la Autoridad Provisional de la Coalición (CPA). El Fondo para el Desarrollo de Irak es el sucesor del Programa de Petróleo por Alimentos, que permitió a Saddam Hussein vender petróleo con la autorización de Naciones Unidas con fines humanitarios. Dicho programa es objeto de varias investigaciones por presunta corrupción de miles de millones de dólares.
La ONU transfirió formalmente el control del programa a la CPA, el 22 de mayo de 2003. Washington administró las entradas al Fondo de 20,000 millones de dólares, de los cuales 8,100 millones procedían del Programa de Petróleo por Alimentos, otros 10,000 millones de la venta de petróleo y el resto de donaciones y de la repatriación de activos iraquíes congelados en el extranjero. El dinero se fue distribuyendo a los distintos ministerios iraquíes, como parte de la reconstrucción del país. Durante ese proceso, KPMG ha detectado fallos en tres áreas: los controles de la exportación de petróleo, los registros contables, así como inadecuados sistemas de control y contabilidad por parte de los ministerios iraquíes.
En este último apartado resalta la ausencia de procedimientos para cuadrar las transferencias entre ministerios y cuentas bancarias. “El Ministerio de Finanzas mantienen dos contabilidades, una manual y otra computarizada. La diferencia entre ambas es significativa”, subraya la auditoría, mencionando en especial las diferencias entre los asientos del ministerio y los depósitos y transferencias en las cuentas de los bancos Al Rasheed y Al Rafidain.
El principal problema ha partido de la falta de aparatos medidores de la extracción de crudo. Según los auditores, la propia CPA sospechaba que había existido contrabando especialmente durante los primeros meses de violencia. La falta de medidores unida a la frecuencia con que los pagos se hicieron en efectivo han dificultado la verificación de las cantidades ingresadas por las exportaciones. Por otra parte, las entradas en efectivo no las cuadraron hasta abril de este año.
En varios casos el destino del dinero es desconocido. Así, el apartado 4.2.2 de la auditoría detalla “el traslado de fondos a un ministerio para equipamiento de la policía, del que hasta la fecha no hay documentos que lo justifiquen”. El siguiente apartado señala el “desembolso de fondos para mercancías de las que no existe prueba de que se hayan entregado”.
Los auditores se han quejado de la falta de cooperación de Paul Bremer en el capítulo de contratas concedidas sin licitación, en particular la de Halliburton, que ha sido la mayor receptora del dinero del Fondo para el Desarrollo de Irak: 1,500 millones de dólares.
NÚMEROS TURBIOS
La ONU transfirió formalmente el control del programa a la CPA, el 22 de mayo de 2003:
*Washington administró las entradas al Fondo de 20,000 millones de dólares.
*De éstos 8,100 millones procedían del Programa de Petróleo por Alimentos.
*Otros 10,000 millones de la venta de petróleo y el resto de donaciones y de la repatriación de activos iraquíes congelados en el extranjero.
*El dinero se fue distribuyendo a los distintos ministerios iraquíes, como parte de la reconstrucción del país.
*Durante ese proceso, se han detectado fallos en tres áreas: los controles de la exportación de petróleo, los registros contables, así como inadecuados sistemas de control y contabilidad por parte de los ministerios iraquíes.
FUENTE: EL PAÍS
Elecciones en puerta
Mil iraquíes de distintos sectores de la sociedad se reunirán en julio para elegir un consejo de 100 miembros que seguirá el desempeño del Gobierno interino y ayudará a construir la democracia en el país, dijo ayer el primer ministro, Iyad Allawi.
El nuevo consejo asesorará el funcionamiento del presidente interino y de sus ministros y también tendrá poder de veto sobre los decretos del Gobierno iraquí, si al menos las dos terceras partes de los miembros del consejo así lo disponen con su voto en un plazo de diez días del decreto en cuestión.
Al igual que el actual Gobierno interino iraquí, el consejo se disolverá después de las elecciones para elegir una asamblea legislativa, previstas para enero de 2005.
“Unas 1,000 personas se reunirán para discutir y conversar sobre el futuro de su país y establecer los fundamentos de las elecciones que se realizarán en enero”, dijo el primer ministro interino en una conferencia de prensa.