El Cairo, (EFE).- Los restos de la que se considera la más colosal estatua sentada y en piedra caliza del faraón Ramsés II, con una altura de trece metros y un peso de setecientas toneladas, fueron descubiertos en el sur de Egipto, informaron medios oficiales.
Expertos locales realizaron el hallazgo en Shanty de Ajmim, en la provincia de Sohag, a 510 kilómetros de El Cairo, después de que el presidente egipcio, Hosni Mubarak, tuviera que dictar un decreto para trasladar un cementerio musulmán que impedía la excavación.
Las primeros vestigios del coloso habían sido encontrados a principios de 1991, en un rastreo arqueológico de especialistas del oficial Consejo Superior de Antigüedades (CSA) en el lugar en que se iba a construir una oficina postal.
Las excavaciones dejaron al descubierto muros de adobe en cuyo centro se encontró el pedestal de la estatua, esculpido con los nombres y títulos que Ramsés II ostentó en su reinado, durante el que extendió el poderío militar egipcio por todo Oriente Medio.
En el mismo lugar se hallaron también estatuas que representan a trabajadores, y coronas fabricadas de granito.
Los trabajos, no obstante, se interrumpieron, a fin de no profanar un cementerio situado en las proximidades, y solo se reanudaron después de que Mubarak decretara el trasladado del camposanto a un emplazamiento cercano.
Tras reanudarse, las excavaciones dejaron por fin a la luz la estatua, que representa a Ramsés II sentado sobre el trono, flanqueado a su derecha e izquierda por sus hijas, las princesas Merit-Amun y Bint-Anath.
El coloso está esculpido en un solo bloque de piedra y ornamentado con un registro de los enemigos capturados en las batallas y conquistas que libró el famoso faraón, cuyo rostro aparece esculpido con una barba falsa.
"Se trata de un descubrimiento muy importante, ya que se trata del mayor coloso sentado y en piedra caliza del rey", dijo al periódico Al Ahram Weekly el secretario general del CSA, Zahy Hawas, la máxima autoridad arqueológica nacional.
El experto explicó que estudios anteriores revelan que el coloso pudo haber estado erigido junto a otro similar en la entrada de un gran templo erigido en honor de Ramsés II, "lo que sugiere la posibilidad de que la otra estatua siga sepultada en el lugar".
Ramsés II, de la XIX dinastía y uno de los más importantes faraones del antiguo Egipto, cuenta con un templo levantado en su memoria hace tres mil 300 años en Abu Simbel, en la región de Nubia, en el extremo meridional de Egipto, a mil 200 kilómetros al sur de El Cairo.
En las paredes interiores del santuario -uno de los sitios arqueológicos más visitados por los turistas en este país- se muestran varias estatuas e imágenes de Ramsés II, que nació en 1304 y murió en 1237 antes de Cristo.
En sus expediciones militares hacia el sur y el noreste, ese faraón incrementó el poder del reino de las dos coronas, representativas del Alto y Bajo Egipto, y alcanzó su mayor gloria en su guerra con los hititas, pueblo guerrero procedente de Anatolia.
Tras imponer la paz a los hititas, Ramsés II se caso con la reina Nefertari, de belleza legendaria y presumiblemente hija de un rey de ese belicoso pueblo, que extendió sus dominios por la actual Turquía.