HISTORIAS / MARÍA ISABEL LAVA COCHES EN LA COLONIA COMPRESORA
CRISTAL BARRIENTOS TORRES
EL SIGLO DE TORREÓN
Sueña con un futuro mejor y un trabajo estable
TORREÓN, COAH.- Antes de que el sol cale fuerte, María Isabel llega a la avenida Industria de la colonia Compresora. Ahí con una franela y una tina llena de agua se gana la vida limpiando carros durante varias horas del día.
María Isabel Luján Márquez nunca tuvo la oportunidad de ir a la escuela. Sólo cursó el primer año de primaria y no fue suficiente para aprender a leer y escribir, pero no pierde la esperanza de algún día poder abrir un libro y entender todo lo que dice.
-Ya tengo tiempecito en esto, como cuatro meses, soy la única mujer, pero mis compañeros me dan muchos ánimos y me dicen que no me avergüence porque no tiene nada de malo. Lo que pasa es que yo no estoy estudiada y donde sea me piden requisitos para contratarme.
Todos los días llega a las ocho de la mañana a limpiar carros y se retira de la avenida Industria hasta que logra reunir dinero suficiente para el sustento del día.
-La mera verdad se me hizo fácil trabajar en esto, a veces el día está muy charro y no sacamos mucho, es que cobramos 20 pesos por lavada.
Los días lluviosos son malos para los lavacoches porque nadie requiere de sus servicios, por eso suelen aprovechar cuando el cielo está despejado.
-Duré mucho tiempo sin trabajo, a veces ayudaba a un señor que vende elotes y en las maquiladoras nunca he intentado pedir empleo porque no sé ni leer ni escribir, me da miedo que me rechacen porque no estudié ni la primaria.
En ocasiones María Isabel quisiera trabajar en la limpieza de alguna empresa para así contar con beneficios como el Seguro Social.
-Mi familia era muy pobre y no pudimos ir todos a la escuela, mi hermana era la más interesada en estudiar y preferí que le dieran la oportunidad a ella porque la verdad yo siempre fui de cabeza muy cerrada y tal vez no hubiera aprendido nada.
A pesar de que ya tiene 28 años de edad tiene fe en que algún día podrá conseguir un empleo estable para poder estudiar en una escuela abierta.
-He escuchado que gente mayor que yo logra terminar la escuela, desgraciadamente en estos momentos no puedo.
María Isabel es madre de tres hijos, dos de ellos van a la escuela y a la más pequeña no la ha podido enviar porque no cuenta con acta de nacimiento.
- Siempre trato de que mis niños estén bien y por eso trabajo en esto, ellos no me dicen nada de mi oficio porque están muy chicos todavía, mi mamá me ayuda a cuidarlos.
Dice que prefiere limpiar carros que dar un mal ejemplo a sus hijos. Le gustan los trabajos sencillos pero honestos.
- Es mejor este oficio que andar en cosas malas porque después me tendría que andar escondiendo de la autoridad y no estaría bien. No quiero darle un mal ejemplo a mis niños, somos pobres pero no quiero que se avergüencen de mí.
Se necesita suerte, asegura, para sacar buenas ganancias. Y es que en ocasiones sólo logra limpiar cinco carros al día.
-Ya tengo mis clientes pero a veces llueve y entonces nos va mal porque no podemos trabajar. Primeramente Dios quiera que mis hijos salgan adelante, deseo lo mejor para ellos para que luego no batallen como yo.
A pesar de que sus hijos van a la escuela, María Isabel no sabe si son buenos estudiantes. Muchas veces lamenta no haber podido aprender a leer y escribir porque no puede ayudarlos a hacer sus tareas.
Cuando llega a registrarse un robo de accesorios de vehículos en el lugar donde trabaja se siente incómoda porque los primeros en investigar son los lavacoches.
-Hace días robaron el radio de una camioneta y los policías nos estuvieron haciendo muchas preguntas, nos molestaron pero nosotros ni siquiera trabajamos ese día porque nos fuimos a lavar carros en el tianguis de La Rosita.
Por eso a María Isabel le gustaría que las autoridades municipales los ayudaran entregándoles un gafete de identificación, así los clientes no tendrán desconfianza de permitirles lavar sus carros.
-Quería entrar a trabajar a una fonda, pero como piden hacer cuentas y todo eso no me animé, la mera verdad me da miedo porque no sé sumar, por eso sigo limpiando carros, tal vez más adelante aprenda y me vaya mejor.