Johannesburgo, (EFE).- Algunos pobres acuden con asiduidad a las clínicas de Sudáfrica para hacerse la prueba del sida con la esperanza de dar positivo para poder solicitar una de las subvenciones que el Gobierno da a los discapacitados, informó el dominical Sunday World.
Una monja que pidió el anonimato contó al periódico el caso de una mujer de 24 años que llegó a amenazar a las enfermeras que le dieron la supuestamente buena noticia de que su analítica había resultado negativo, insistiendo en que certificasen como positiva del HIV porque "necesitaba el dinero".
El coordinador de un centenar de consejeros para los afectados del sida, Benjamin Mokgwana de la organización humanitaria Lifeline, explicó que son muchos "que creen que va a recibir una subvención como discapacitado si dan positivo".
Sin embargo, un portavoz del Departamento de Salud de la Provincia del Noroeste, Tebogo Lekthwane, explicó que antes de recibir cualquier dinero "hace falta hacer una serie de evaluaciones y pruebas" y ser aprobado "por una comisión especial que debate los méritos del caso".
El portavoz del ministerio nacional de Sanidad, Harry Mnchunu, comentó: "aunque no tenemos evidencias sólidas para confirmar estas versiones, queremos informar al público de que no merece la pena poner la vida en riesgo sólo por un poco de dinero".