27 de mayo 2004.
México, D.F. (SUN-AEE).- El jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que no piensa ampararse para enfrentar el caso de El Encino porque no es un delincuente.
Señaló que nunca ha pensado renunciar a su cargo, excepto que la población se lo pida.
Durante su conferencia matutina, adelantó a los ministros de la Suprema Corte que no se amparará para que no malinterpreten las cosas y enfrentará con dignidad y manteniendo sus principios lo que dicte la autoridad.
Aclaró que no está en manos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de ningún partido, sino de la gente. "Cualquier decisión que yo tome la voy a consultar con los habitantes del Distrito Federal y si la gente pide mi renuncia, entonces será una circunstancia distinta", sostuvo.
Nuevamente criticó a la Procuraduría General de la República (PGR), ya que no le entregan el expediente y tratan de hacerle una "chicanada".
El jefe de gobierno capitalino dijo que tiene la conciencia tranquila, duerme con las piernas sueltas y sueña en cosas muy bonitas, por lo que no le preocupa la imagen de corrupción que se envía de su gobierno al extranjero.
Consideró que él sueña a que las cosas sean mejores a que haya igualdad justicia, se acabe la corrupción, la impunidad, el influyentismo y sueña que la gente sea verdaderamente feliz.