Agencias
MONTERREY, NL.- Las empresas Vitro, AHMSA, Hylsamex, Cemex y Cydsa han impulsado esquemas alternos para sustituir el uso del gas por otros combustibles como el carbón y el combustóleo, lo que ha significado ahorros en sus costos de producción.
Sin embargo, los elevados precios de los energéticos continúan constituyendo un verdadero dolor de cabeza para las compañías, al ver mermado su desarrollo por la elevada carga que representa el costo de los mismos.
Un ejemplo de ello es el caso del Grupo Cydsa y sus empresas, las cuales consumieron durante 2003 energéticos por 61 millones de dólares, lo que significa 11 por ciento de las ventas totales del corporativo; los incrementos en los precios y tarifas de estos energéticos durante ese año afectaron negativamente los costos del grupo en 12 millones de dólares respecto de 2002.
El corporativo que dirige Tomás González Sada analiza la viabilidad de utilizar el carbón como una de las fuentes alternas para sustituir el uso del gas natural.
Mientras que Vitro, una de las empresas intensivas en uso de energéticos, desde 2003 ha invertido 30 millones de dólares en el desarrollo de tecnología e implantación de la misma para utilizar un combustible alterno en los hornos de fundición de vidrio en algunas de las plantas. Con ello, dijo Albert Chico, gerente de comunicación de la compañía vidriera, esperan obtener ahorros por 30 millones de dólares durante 2004.
Así, las empresas de la región se han enfocado en los últimos tres años al desarrollo de tecnología y búsqueda de vías alternas para disminuir el alto consumo del gas natural, principalmente.
Para la siderúrgica Altos Hornos de México (AHMSA), sector sensible a la volatilidad de los precios de los energéticos por su elevado uso, el gasto de la empresa asciende a más de 20 millones de dólares mensuales y representa entre 25 y 30 por ciento de los costos totales, señaló Francisco Orduña, director de comunicación de la siderúrgica.
La siderúrgica monclovense ha desarrollado para los altos hornos cinco, cuatro y tres plantas de avanzada tecnología para reemplazar la mayor parte del gas natural por inyección de carbón granulado, el que es generado en las minas de su subsidiaria Minerales Monclova. Esto ha permitido a AHMSA obtener ahorros de hasta cuatro millones de dólares anuales.
Actualmente se utilizan en su totalidad los 500 millones de metros cúbicos mensuales de gas alto horno y gas coque, derivados del carbón que se obtiene en el inicio del proceso siderúrgico, y que se utiliza posteriormente como combustibles en diferentes equipos, como las estufas de los altos hornos, en turbinas generadoras de energía eléctrica, hornos de recalentamiento de planchones, calderas para generar vapor, hornos de coquización, peletización y sintetizado.
Cemex es otra las compañías que ha resuelto este problema utilizando coque de petróleo. Con ello, ha disminuido su exposición a los precios de los energéticos, debido a que el coque es más económico y no existe el problema de las fluctuaciones como es el caso de gas natural.
Actualmente, 92 por ciento de las fuentes de energía provienen del coque de petróleo, el resto está mezclado entre gas natural, combustóleo y otros.
La corporación cementera estará inaugurando para este año una planta hidroeléctrica, con lo cual Cemex cierra la pinza dentro de su plan de reducción de costos por concepto de los precios de energéticos.
Para Hylsamex, otra de las siderúrgicas, el gas natural representa 10 por ciento de sus costos. La empresa ha optado por la vía de instrumentos de mercado que le han permitido tener cubierto 60 por ciento de los requerimientos de gas para 2004, además, la ahora empresa en proceso de desincorporación del Grupo Alfa ha desarrollado programas de sustitución de gas natural por otros energéticos.
De acuerdo con información del área energética de la Concamin, el sector privado continúa insistiendo en concretar la reforma energética, pues los precios del gas natural y el combustóleo han aumentado 200 y 100 por ciento, respectivamente, de 1999 a la fecha.
Y el problema, dice Nelson Arizmendi, está latente si se considera que sólo el año pasado cerraron cerca de cuatro mil empresas, es decir, 17 empresas por día laborales, siendo uno de las causas principales los elevados costos de los energéticos.