El mandatario local sigue sujeto a investigación y por el momento no se determina si incurrió o no en un delito.
04 de junio de 2004
México (EFE).- El el subprocurador de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo de la Procuraduría General de la República Gilberto Higuera Bernal, señaló hoy que ha desechado la versión del atentado contra el gobernador de Oaxaca, José Murat, toda vez que en el curso de la investigación se detectaron irregularidades, cinco intentos de desviar la indagatoria de la PGR y contradicciones.
Por ello, la dependencia federal solicitó hoy a un juez de Oaxaca, órdenes de aprehensión contra el equipo de seguridad del Ejecutivo local, por el delito de falsedad en declaraciones, en tanto que Murat Casab, sigue sujeto a investigación y por el momento no se determina si incurrió o no en un delito
El funcionario advirtió que procederá penalmente en contra de cualquiera que haya falseado la información, no obstante, señaló que los delitos acreditados no son graves y son del fuero común, por lo que cualquiera que haya falseado la información podría ser acreedor a una pena de dos años de prisión.
Entre las inconsistencias que encontró la PGR fue que los disparos de aquel 18 de marzo salieron de adentro de la camioneta en la que viajaba el gobernador oaxaqueño, que la unidad fue llevada a la casa de Gobierno donde se modificó su contenido en el sentido de los golpes contundentes en contra del parabrisas, que al momento del presunto atentado, no presentaba.
Asimismo, se determinó que el escenario del crimen fue manipulado y en el curso de la investigación, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Oaxaca informó de llamadas anónimas y realizó detenciones cuando ya no le correspondía investigar, mismas que resultaron falsas.
En conferencia de prensa, Higuera Bernal destacó que muchos de los disparos que presentaba la camioneta del mandatario estatal fueron hechos desde el interior de la misma y que fueron efectuados por su jefe de escolta, Manuel Moreno Rivas.
El funcionario precisó que después de diversas diligencias practicadas en el lugar de los hechos y al vehículo del gobernador, se determinó que el jefe de escolta realizó por lo menos 36 disparos.
De igual forma, se determinó que los daños que presentaban los asientos de la camioneta Nissan Quest, no corresponden a los patrones de trayectoria de una bala.
Por ello, ante estos hechos, la investigación sigue abierta para determinar que ocurrió en el interior de la camioneta Nissan en la que viajaba el mandatario estatal, y por qué se concertó modificar la versión de lo ocurrido.
Las anomalías del caso
Asimismo, ante la serie de irregularidades detectadas en la integración de la averiguación previa que inició el mismo día de los hechos la Procuraduría de Justicia estatal, se va a dar vista para que se inicie investigación contra diez servidores públicos ante anomalías como:
- La falta de preservación del lugar de los hechos,
- El retiro indebido de la camioneta de dicho lugar,
- El no hacer declarar al gobernador,
- La falta de la fe ministerial de lesiones,
De dictámenes médicos asi como el no haber practicado pruebas periciales para determinar si el personal de seguridad del gobernador había disparado un arma de fuego.
Otra de las anomalías es que no se practicaron pruebas a las armas de fuego de los escoltas, ni se remitió el dictamen de criminalística de campo que es elemental en este tipo de hechos.
Las investigaciones que integran seis tomos, señalan que de acuerdo con las declaraciones del gobernador y a su jefe de escolta Manuel Moreno Rivas, el primero conducía y el segundo viajaba en el asiento delantero derecho.
De acuerdo con los peritajes el vehículo de Murat recibió seis impactos, cuatro de los cuales fueron efectuados de dentro hacia afuera; cinco de los proyectiles fueron disparados por una pistola calibre 9 milímetros y uno por una bala de un fusil AK47, misma que hasta el momento no se ha localizado pero que se sabe fue accionada desde el interior de la camioneta.
Según los dictámenes en balística los disparos del arma 9 milímetros fueron realizados por el jefe de escolta Moreno Rivas.
En el lugar se localizaron 39 casquillos de calibre 9 milímetros de los que 36 fueron percutidos por el jefe de escolta y los tres restantes por el escolta Juan Jiménez Morales, quien sin embargo, negó haber accionado su arma.
Respecto a los siete casquillos calibre 7.6 hallados en el lugar, no se encontraron evidencias ni impactos producidos por éstos, además de que por la forma en que se encontraron esparcidos “no es factible que se hayan disparado desde el lugar donde la Procuraduría estatal dijo, se encontraban los agresores.
También se concluyó que el parabrisas de la camioneta del gobernador fue dañada intencionalmente por el escolta Eliverio Rafael Díaz Reyes, quien aseguró que lo hizo porque estaba molesto al no poder evitar que se atentara contra el gobernador.
El subprocurador informó así, que no hubo agresión por impactos de proyectiles DE AK47 como informó la Procuraduría estatal y que los daños del vehículo no corresponden con la trayectoria de los orificios que presenta el parabrisas.
De hecho no está aprobado que el jefe de escoltas del goberandor haya repelido una agresión, toda vez que “los testigos refieren haber visto solo una persona realizar disparos en diferentes direcciones, la cual dscendió de la camioneta que conducía Murat Casab.