Las urgencias obligaron a apostarle a las maquiladoras, pero el resultado no fue el más esperado
Con claroscuros, altas y bajas, auge y depresión económica, así fue la dinámica laboral durante el sexenio que concluye, según la autoevaluación de la Dirección del Trabajo y Previsión Social.
El titular de la dependencia estatal, Miguel Bermúdez Cisneros, no esconde la realidad económica y laboral que le tocó vivir a Durango y a sus habitantes entre 1998 y 2004: ?se le apostó al proyecto maquilador, pero tuvo muchos problemas?.
Primero, la urgente necesidad de fuentes de empleo orilló al Estado a atraer inversiones de la industria maquiladora; el auge estuvo en su punto a finales de 1999 y casi todo el año 2000.
Después, paros técnicos, despidos masivos, cierres repentinos, huidas inesperadas del llamado ?capital golondrino?, sobresaturación de los tribunales obreros, marchas, protestas, reclamos y problemas sociales de diversa índole estigmatizaron al sector manufacturero.
Para Bermúdez Cisneros no fue un error dedicarle tiempo, dinero y esfuerzo a la atracción de inversiones como Chic By His, fábrica de prendas de vestir que luego de problemas financieros decidió disminuir su producción, cambiar de giro y convertirse en Durango Apparel.
?En su momento resolvieron un grave problema de desempleo que se tenía en Durango. Vinieron y por primera vez experimentamos la contratación masiva de duranguenses que requerían de trabajo. El problema, sin embargo, vino después?, reconoció.
PROPUESTA
Entrevistado en su oficina en el tercer piso del edificio ?A? de la Unidad Administrativa ?Ángel Rodríguez Solórzano?, el Director del Trabajo y Previsión Social del Gobierno del Estado dice quedarse con un buen sabor de boca por la experiencia que se tuvo con la maquila, ya que argumenta que los problemas graves se derivaron a la crisis internacional de 2001 y 2002.
Sin embargo, con claridad en el hablar, el actual funcionario del Estado le sugiere a la siguiente administración estatal que encabezará Ismael Hernández Deras, un análisis a fondo acerca de la política económica, y por ende de la política laboral que aplicará en su sexenio.
De preferencia ?recomienda Bermúdez Cisneros-, el gobernador electo Ismael Hernández no le debe apostar a la maquiladora como solución a la falta de empleo y desarrollo que enfrenta la entidad, ya que no se debe descartar que este sector industrial soluciona problemas, pero es solamente un paliativo, no la reparación definitiva de las necesidades que tiene la población.
Para el especialista en Derecho Laboral, el sexenio de Ángel Sergio Guerrero Mier fue interesante por las novedades que ocurrieron en materia económica y en cuanto a las relaciones obrero-patronales.
?Por primera vez nos topamos en Durango con anuncios de contratación de más de 500 personas al mismo tiempo y en la misma empresa. Esa experiencia ya la habían tenido en Gómez Palacio desde años atrás, pero en la capital del estado no había ocurrido?, narra.
Desde la óptica de Miguel Bermúdez, la experiencia que deja a Durango y a los duranguenses la industria maquiladora de confección es complicada, pero al mismo tiempo clarifica una realidad: no se le puede abonar a este tipo de inversiones todo el capital de promoción que invierten los gobiernos.
El entrevistado explicó a El Siglo de Durango que a pesar de la grave caída de la industria de la maquila en el año 2001 y 2002, poco a poco se ha ido recuperando su actividad, sin que eso signifique ?precisa- que la tempestad haya transcurrido.
?...Más bien yo creo que no nos hemos recuperado y va a ser complicado que volvamos a repuntar como un estado de fuerte atracción de ese tipo de inversiones, puesto que los capitalistas se han dado cuenta de que hay otros países que resultan más costeables para el desarrollo de la manufactura de prendas de vestir, como es el caso de los asiáticos?.
CRÍTICA
Criticada fuertemente por la Federación de Estado de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la maquiladora fue una alternativa de empleo y desarrollo cuyo impulso inició desde el sexenio de Maximiliano Silerio Esparza.
Los primeros proyectos de esta naturaleza ya se habían asentado en la entidad duranguense desde anteriores administraciones; sin embargo, el auge y la permanencia de estas factorías siempre se registró en la zona de la Comarca Lagunera, sobre todo en el municipio de Gómez Palacio.
Ello se debió, según la teoría de la Dirección del Trabajo, debido a la cercanía de este municipio duranguense con la ciudad de Torreón, en el estado de Coahuila. También tuvo qué ver el hecho de que varios factores naturales como la producción de algodón y el procesamiento de fibras textiles se perfilaban en esa misma región del norte del país.
Para la Secretaría de Desarrollo Económico en el actual Gobierno Estatal (Sedeco), apostarle a la atracción de inversiones de tipo maquilador de prendas de vestir no fue un fracaso; por el contrario, ciertamente tuvo sus aciertos y sus desaciertos, pero fueron más los beneficios que los perjuicios.
El sector empresarial adherido a la Asociación de Importadores y Exportadores de Durango considera que hubo una caída muy fuerte en la producción debido a la crisis internacional y a la fuga de capitales derivada de la imperiosa necesidad de reducir costos por parte de los inversionistas.
Eso, sin embargo, provocó solamente el debilitamiento de la manufactura textil, pero ha mantenido en niveles aceptables la transformación de autopartes, electrónicos y otro tipo de artículos que se maquilan o se arman en diversos municipios de la entidad.
DESPIDOS
La experiencia que deja la maquila en los tribunales laborales arroja saldos negativos más que positivos. El despido repentino de cientos de trabajadores se hizo cotidiano durante casi año y medio, mientras que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje mostró sus debilidades estructurales de personal, equipo y espacio para atender el problema social que se vino de repente.
Esta situación provocó la irritación de miles de duranguenses que denunciaron incesantemente el abuso laboral del que fueron objeto innumerables trabajadores que encontraron opción de empleo en las maquilas de confección.
Al final de cuentas, en el saldo para la Junta de Conciliación y Arbitraje se incluye la remoción de Juan Ruiz Sura, ex presidente del tribunal de referencia, por causa del conflicto laboral de Durango Apparel que inició con paros técnicos, escalonamiento de personal, despidos a granel, desocupación voluminosa y luego el cierre definitivo y el embargo de los bienes que dejó la empresa en su diminuta estancia por Durango.
?La maquila de prendas de vestir fue noble en su momento. En la actualidad, el abatimiento de costos que exige el mercado mundial ya no nos debe convencer para atraer más empresas de ese tipo, o al menos no nos debe hacer creer que es la solución, la única opción?, declaró Miguel Bermúdez, al hacer un recuento de lo que fue y dejó de ser la industria manufacturera textil para Durango y los duranguenses.
No más maquila: ANIED
Durango no puede seguir dependiendo de los altibajos que sufre el mercado internacional y las repercusiones que esto genera en la economía por causa de la maquila, consideró la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de Durango (ANIED).
Sergio Cassio Stenner, presidente de dicha agrupación en la entidad, sentenció que la única opción para en verdad lograr el desarrollo es atraer inversiones de la industria metal-mecánica, eléctrica o de otra índole que no sean tan fugases como las maquiladoras.
La otra alternativa, que no sustituye a la anterior sino la complementa, es fortalecer al sector primario y secundario de Durango, de manera que se note un repunte en los sectores forestal, agrícola, ganadero y minero.
Ello mediante la inversión pública y privada en mecanismos de producción más avanzados que permitan darle valor agregado a los recursos naturales, y que se logre imponer en Durango una vocación de transformación, más que de simple extracción de recursos.
