Reuters
WASHINGTON, EU.- Renee Ray nunca ha tenido un empleo con el beneficio de un seguro de salud para ella, una madre soltera y su hijo de tres años, pero su sueño es que al graduarse de sus estudios universitarios en mayo podrá conseguir un trabajo que finalmente se lo brinde.
"Eso es lo que estoy esperando con ilusión. Le digo a mi hijo todo el tiempo, “mamá está esperando poder tener un seguro de salud para poder ir al dentista y mantener nuestros dientes en su lugar”, dijo Ray, una estudiante de Trabajo Social de 41 años en Milwaukee.
Los analistas creen que el costo de ese sueño -compartido por más de ocho millones de desempleados estadounidenses- es una de las razones por las que las empresas se muestran reacias a incorporar trabajadores a sus nóminas.
"El creciente costo de los beneficios es definitivamente un factor que está desanimando las contrataciones", dijo Jared Bernstein, economista del Instituto de Política Económica, un cuerpo de investigación con sede en Washington que está respaldado por sindicatos.
Los costos de los beneficios, que representan cerca de una tercera parte del total de las compensaciones pagadas por los empleadores, crecieron 6.3 por ciento el año pasado, más del doble del incremento de los costos saláriales.
La ausencia de un sistema nacional de salud en Estados Unidos significa que las empresas de este país cargan con un mayor peso respecto a los beneficios, que sus rivales en el extranjero.
Aunque las empresas de Estados Unidos deben pagar al sistema federal de pensiones y el seguro por desempleo, los beneficios como el cuidado de la salud, el retiro voluntario y las jubilaciones son opcionales.
Los empleadores están tratando de reducir sus costos laborales haciendo que los trabajadores paguen una buena porción de los costos de los beneficios, una práctica que fue el motivo central de la huelga de cinco meses en las minoristas de alimentos en California.
Un estudio realizado el año pasado por la fundación sin fines de lucro Kaiser Family Foundation, mostró que el 79 por ciento de las grandes empresas estaban algo o muy cercanas a incrementar el monto que sus empleados deben contribuir.
Pero los graduados universitarios, los oficinistas y los empleados de las fábricas con mayores sueldos esperan que las ofertas de empleo contengan también todos los beneficios, por lo que algunas empresas temerosas optan por contratar personas para medio tiempo o trabajadores temporales.
"Esto no es ciencia espacial, esos empleos usualmente no vienen con beneficios", dijo Bernstein y destacó que dos tercios de los trabajadores de tiempo completo tienen cobertura de salud, mientras menos del 20 por ciento de los trabajadores de medio tiempo cuentan con él.
Puesto que 2.4 millones de empleos se han perdido desde que comenzó la recesión en Estados Unidos, en marzo del 2001, es más fácil ahora que las empresas encuentren trabajadores que acepten no tener beneficios o seguro de salud.
En febrero, 4.4 millones de empleados de medio tiempo -o uno de cada cinco trabajadores- dijeron que preferirían trabajar tiempo completo.