EL PAÍS
JERUSALÉN.- Ariel Sharon afirmó ayer que en un futuro próximo desmantelará los asentamientos situados dentro de la franja de Gaza, en los que residen siete mil 500 colonos judíos rodeados de más de un millón de palestinos.
El anuncio del primer ministro israelí fue duramente criticado por los partidos de extrema derecha que forman parte de la coalición gubernamental, que amenazaron con abandonar el Ejecutivo, y con escepticismo por parte de la izquierda.
Sharon dará a conocer los detalles de su plan de separación unilateral cuando visite la Casa Blanca a finales de este mes.
Repartiendo una de cal y otra de arena dentro de su estrategia de comunicación política, Ariel Sharon aseguró estar dispuesto a evacuar las colonias ubicadas dentro de la franja de Gaza, tal como hizo cuando era ministro de Defensa en la península del Sinaí al firmar la paz con Egipto.
En una reunión a puerta de cerrada con su grupo parlamentario, Sharon dijo “partir de la base de que el día de mañana no quedarán judíos en Gaza”, declaró el diputado Yehiel Hazan. “Pero no dijo que fuera a ocurrir de forma inmediata”, agregó este legislador del Likud.
Otro de los asistentes a la reunión, el diputado Michael Eitan, señaló que Sharon tiene la intención de ultimar los detalles de un plan de separación de los palestinos que presentará a la Administración Bush a finales de febrero, cuando visita la Casa Blanca por novena vez. Dicho plan, cuyo contenido sigue sin concretarse públicamente, está siendo elaborado por el Consejo de Seguridad Nacional.
Su actual director, el antiguo responsable del departamento de planificación del Ejército, Giora Eiland, debería tenerlo terminado en el plazo de una semana. “Pero para su aprobación debe pasar no sólo por el Gobierno, sino también por la Knesset”, advirtió el lunes el presidente de Israel, Moshe Katsav.
Sharon ofreció detalles adicionales en una entrevista concedida ayer al diario Ha´aretz, que aparece publicada en su edición de hoy martes. “He dado la orden de establecer un plan para evacuar los 17 asentamientos de Gaza”, recalcó el primer ministro, según los extractos adelantados por la página web del diario. Asimismo, insistió en que “lo primero que tenemos que hacer es llegar a un acuerdo con sus residentes, dado que habrá que trasladar kilómetros cuadrados de invernaderos, instituciones educativas, miles de vehículos”, de cara a reducir la resistencia de los propios colonos.
Pero éstos ya reaccionaron “llamando a Sharon para que retorne a sus posiciones previas y no desencadene un mayor desastre nacional al evacuar a judíos de sus hogares” le espetó el portavoz del consejo Yesha (órgano de representación de movimiento de colonos), Bentzi Lieberman.
Mientras que las formaciones de extrema derecha que forman parte la coalición -el Partido Nacional Religioso y el Partido de Unidad Nacional- amenazaron con abandonar el Gobierno, los de la oposición restaron credibilidad a sus supuestas intenciones.
El líder del Partido Laborista, Simón Peres, le reprochó el hacer declaraciones retóricas que luego no se traducen a la realidad. “Planificar no significa aplicar”, dijo Peres, demandando hechos sobre el terreno. “Si no es capaz de desmantelar ni un enclave ilegal, supongo que debemos reaccionar ante sus comentarios con total incredulidad”, fueron las palabras del ex-portavoz del partido Meretz, Yosi Sarid, quien aludió a las decenas de enclaves erigidos en Cisjordania a partir del mes de febrero de 2001, fecha señalada por el Mapa (plan de paz elaborado por el Cuarteto y aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU) para su obligatorio desmantelamiento.
