Foro|Necesario hacer más eficiente el uso del recurso
EL SIGLO DE TORREÓN
Sistemas operativos no se preocupan de reparar o cambiar las redes de distribución
TORREÓN, COAH.- Se calcula que en la mayoría de las ciudades se desperdicia el 30 por ciento del agua extraída del subsuelo, aunque todavía hay poblaciones donde se pierde mucho más que eso, aseguró Nicolás Pineda Pablos, investigador del Colegio de Sonora.
Entrevistado en el marco del Segundo Coloquio: ?Uso, explotación y administración del agua en zonas áridas?, el también miembro del Sistema Nacional de Investigadores estudia desde 1988 el problema del agua en ciudades del norte de México.
La situación, dice, no es crítica todavía y se trabaja ya en ser más eficientes en el uso del agua, lo cual ha constatado en Tijuana, Mexicali, Hermosillo, Aguascalientes y San Luis Potosí, donde ha trabajado en la investigación.
Tras mencionar que en los próximos meses realizará investigaciones en Saltillo y Torreón, recuerda que hace pocos años se consideraba el agua un recurso abundante y casi gratis, pero ya ha cambiado esa percepción y ahora se ve como un bien económico, como un servicio que no es gratuito.
?En todas partes se avanza en el concepto de agua contabilizada, donde se disminuyen las pérdidas, que no se tire la mitad del agua, que era el promedio en las ciudades del país, aunque se han hecho avances y en la actualidad es el 30 por ciento. La meta es que no debe perderse más del 20 por ciento?.
Las pérdidas, explica, son de manera natural por evaporación o por filtraciones que hay en las tuberías y tanques de almacenamiento o en el proceso de distribución.
Los sistemas operativos del agua en algunas ciudades, señala, no se preocupan de reparar o cambiar las redes de distribución, pero también en gran parte de las casas hay fugas de agua en goteras de sanitarios o llaves.
?Hay ciudades que hace mucho que no tienen agua. Tijuana importa su agua desde 130 kilómetros de distancia a través de un acueducto del río Colorado e incluso la Ciudad de México no vive de su agua, sino de otras regiones?.
El crecimiento también tiene sus límites, no se puede crecer de manera indefinida, al menos que la tecnología nos depare una sorpresa y nos permita tener un mayor reciclamiento, darle vuelta con la misma agua.
Ahorita, dice, los avances en esta primer década del Siglo XXI son en base a economías en la demanda, a no perder tanta agua, a cobrarla más, a medirla más.
A nivel nacional, dice el 85 por ciento
Crecimiento sustentable
El crecimiento también tiene sus límites, no se puede crecer de manera indefinida, al menos que la tecnología nos depare una sorpresa y nos permita tener un mayor reciclamiento, es decir, darle vuelta con la misma agua, expone Nicolá Pineda Pablos.
Ahorita, dice, los avances en esta primer década del Siglo XXI son en base a economías en la demanda, a no perder tanta agua, a cobrarla más, a medirla más.
?A nivel nacional, el 85 por ciento del agua es utilizada en las actividades agrícolas y pecuarias. Es un sector muy ineficiente donde se pierde por lo general el 50 por ciento del agua por canales no recubiertos y la poca tecnificación del sistema de riego?.
PROBLEMA GRAVE
Uno de los grandes problemas de México es que se ha otorgado a un gran número de usuarios, privilegios y derechos sobre el agua a través de concesiones que no son bien manejadas ni reguladas, afirma David Barkin, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana del Distrito Federal.
El investigador, quien ofreció una conferencia sobre la problemática del agua, considera que no se ha reconocido la crisis del agua que se ha creado en el país.
?Tenemos en el país una idea de que cualquier persona tiene derecho de usar el agua, sin preocupar-se del impacto que tenga sobre los demás, además de la serie de herencias geológicas que son preocupantes, como el arsénico?.
Aquí en La Laguna, explica, existe el problema del arsénico, pero no es privativo de la región, sino que se extiende desde el centro del país hasta Las Vegas, Nevada, en Estados Unidos. ?Esto es muy grave, porque a medida que baja el nivel del acuífero, la concentración del arsénico en el agua aumenta?.
El agua del acuífero que alimenta a la región del Bajío, dice, tiene 500 partes por millón de arsénico y no hay recarga, son aguas fósiles que datan de hace 15 mil años. ?El agua que toman en San Miguel de Allende tiene 15 mil años de haberse asentado ahí?.
El problema en todo el país, dice, no sólo es el agua, sino el desdén que hay para la gente que usa y depende del agua, ya que son proyectos elaborados por técnicos sin una consulta seria y sin una consideración de técnicas adecuadas y de las tres ?R? internacionales del ecologismo; reducir, rehusar y reciclar.
En el Estado de Guerrero, expone, hay la propuesta de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), de construir la presa La Parota, con una cortina de 165 metros de altura, que desplazará a 25 mil personas y no han hecho todavía un plan en beneficio de la gente.
?Según la CNA (Comisión Nacional del Agua), en el país hay más de 100 acuíferos en estado grave. Y cuando la CNA dice que están en estado grave, ya sabemos que la gente está muriendo de sed?.