NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS, (SUN-AEE).- Un ejecutivo de Nueva York se despertó con dos dolores de cabeza tras pasar una noche de fiesta con dos amigos en un bar de “striptease”: más una factura de 28 mil dólares que le ha llevado a denunciar al local.
El cabaret “Scores” afirma que Mitchell Blaser, jefe financiero de la delegación norteamericana de la compañía de seguros Swiss Re, pidió cinco botellas de champagne “Clos du Mesnil” por un valor total de 16 mil dólares, pagó a las bailarinas otros siete mil, comió y bebió por mil 20 dólares más y al final añadió una propina de cuatro mil.
Blaser ha dejado el tema en manos de sus abogados porque dice que gastó “sólo” dos mil dólares y que el cabaret le presentó una cuenta de ocho mil 615 con la que ya expresó su desacuerdo aquella misma noche y que al final, cuando le llegó el extracto de su tarjeta de crédito, se había convertido en una de 28 mil.
Según la denuncia, el ejecutivo protestó aquella misma noche pero los guardias de seguridad del bar le dieron a entender que mejor firmara o se quedaría sin su tarjeta (en Estados Unidos y otros países es frecuente abrir una cuenta en el bar al empezar a beber entregando una tarjeta de crédito).
Un portavoz del cabaret “Scores” dijo al diario New York Post que Blaser “festejó como una estrella de rock’n roll” y que eso “hay que pagarlo”, defendiendo hasta el último centavo la legitimidad de lo cobrado.